Por José Gregorio Aguilar / TN
Ciudad Victoria, Tamaulipas.- El representante de la asociación civil México Igualitario, Mercurios Espinoza del Ángel afirmó que aunque Tamaulipas no es un estado homofóbico, sí existe lo que llamó omisión legislativa por homofobia, transfobia y bifobia debido a que se siguen violentando los derechos de la comunidad a pesar de existir una protección por parte de la Constitución Política.
“Considero que en Tamaulipas existe la omisión legislativa por homofobia, transfobia, bifobia ya que se siguen violentando los derechos de la comunidad a pesar de existir una protección de nuestra Constitución, en nuestra carta magna”.
Añadió que desde ya hace algunos años la diversidad sexual en el Estado es aceptada y está legalmente protegida aunque, reiteró, a nivel legislativo quienes ostentan esas posiciones terminan llevando la homofobia a esos cargos de poder.
De hecho, citó que el artículo 1º de la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos establece que queda prohibida la discriminación por preferencias sexuales, sin embargo, el tema de la discriminación va más allá de esos términos y es por eso que la lucha de la comunidad continúa.
Cabe recordar que las principales conquistas del movimiento LGBT, que por cierto se han concentrado en la capital del país, un espacio reconocido por el progresivo reconocimiento de los derechos reproductivos y de diversidad sexual en el mundo, y pionero en la institucionalización de la unión civil de parejas del mismo sexo en 2007.
Por ello, reiteró que Tamaulipas no es homofóbico pero sí ciertos políticos, funcionarios, diputados o senadores que llevan su homofobia a sus cargos de poder y de toma de decisiones.
“No tanto una sociedad homofóbica sino como un grupo de funcionarios y políticos que no tienen la capacitación suficiente para poder ostentar los cargos que ostentan y de una u otra manera terminan llevando la homofobia a nivel legislativo pero no es tanto que la tamaulipeca sea una sociedad homofóbica”.
De hecho, Mercurios Espinoza hizo notar que, cuando se llevan a cabo manifestaciones para defender los derechos, los activistas reciben apoyo de la sociedad en general sin importar si son o no miembros o se identifiquen con la comunidad.