El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, aseguró que su Gobierno ya está “interviniendo” ante la violencia en la frontera sur del país, al inaugurar un puente atirantado que comunica al estado de Chiapas con Guatemala, zona disputada por los cárteles mexicanos.
“No me ha gustado lo que ha estado pasando últimamente, ya estamos interviniendo”, afirmó el mandatario saliente en un evento conjunto con su sucesora, Claudia Sheinbaum, quien asumirá la presidencia el 1 de octubre próximo.
El puente La Concordia, de 703 metros de longitud, cruza la presa hidroeléctrica La Angostura y comunica a mas de 16 municipios de la región fronteriza México-Guatemala y otros puntos de la Sierra de Chiapas, considerada una “zona roja” por los pobladores.
En esta región se han registrado enfrentamientos entre grupos criminales y el Ejército mexicano, quedando la población en medio del fuego cruzado, siendo obligados a ser escudos humanos y rehenes de la delincuencia organizada.
Como consecuencia de la violencia, miles de indígenas han huido rumbo a Guatemala, Estados Unidos y a diferentes estados de México, dejando todos sus bienes y perdiendo hasta los derechos comunitarios.
Ante este panorama desalentador, López Obrador se comprometió a “hacer honor al nombre de La Concordia” y “buscar la unidad para que las familias no se desintegren”.
La inauguración se llevó a cabo en total tranquilidad, en presencia del gobernador de Chiapas, Rutilio Escandón, y del subsecretario de Infraestructura de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), Jesús Felipe Verdugo.