La calma parece volver a los mercados después de las intensas caídas registradas el lunes por el temor a una recesión en EE.UU. y por la subida de los tipos de interés en Japón, que llevó a numerosos inversores a deshacer posiciones para cubrir sus deudas en yenes.
Wall Street abrió este martes en verde y su principal indicador, el Dow Jones de Industriales, subía un leve 0.07 por ciento después de que el parqué sufriera el lunes su peor día en casi dos años.
Diez minutos después del toque de la campana, el Dow Jones se situaba en 38 mil 876 puntos, el S&P 500 subía un 0.36 por ciento, hasta 5 mil 236 puntos, y el Nasdaq subía un 0.41 por ciento, hasta 18 mil 88 puntos.
En Europa, a las 10:00 GMT Milán bajaba un 0.7 por ciento; Madrid, un 0.6 por ciento; París, un 0.4 por ciento; Fráncfort, un 0.2 por ciento, y Londres, un 0.15 por ciento.
En Asia, la bolsa de Tokio subió este martes un 10.3 por ciento, su mayor avance desde 2008 y el cuarto de la historia, impulsado por la caza de gangas tras el desplome del lunes (-12.4 por ciento).
Las bolsas de Seúl y Taiwán, dos de las más castigadas el lunes, rebotaron un 3.3 y un 3.38 por ciento, respectivamente. Shanghái, que registró descensos más moderados, cerró con ganancias del 0.23 por ciento.
Por el contrario, Hong Kong finalizó la jornada con un descenso del 0.31 por ciento.
“Parece que lo peor ha pasado. Se estima que una gran parte del volumen de operaciones de ‘carry trade’ habría logrado liquidarse ya”, apunta el analista de mercados Franco Macchiavelli.
En líneas generales, el ‘carry trade’ consiste en endeudarse a tipos de interés bajos e invertir el dinero obtenido en activos que ofrecen una rentabilidad mayor.
“A partir de ahora entramos en un contexto de mercado extremadamente sensible a la macroeconomía, ya que un dato bueno ayudará a calmar el miedo, mientras que datos malos volverán a alimentar la narrativa de recesión”, advierte.
“El trasfondo económico no es tan nefasto como indican los mercados”, subraya Michael Langham, economista de la gestora Abrdn.
Langham destaca, como aspectos positivos, que la Reserva Federal de EE.UU. (Fed) empezará a relajar su política monetaria y que China podría aprobar nuevos estímulos.
“Los miedos a una recesión en EE.UU. parecen desmedidos”, coinciden los analistas de Renta 4 Banco, que no contemplan una reunión extraordinaria de la Fed, una opción que se había barajado en los mercados.
“Indicadores recientes como el del mercado laboral estadounidense casan más con un aterrizaje suave de la economía”, explican.
En los mercados de deuda, las rentabilidades, que habían empezado la sesión al alza, vuelven a bajar.
Con información de EFE