Raúl Jiménez, la estrella del partido con un gol de tiro libre
Después de 14 años de ausencia en Guadalajara, la Selección Mexicana volvió a casa con un triunfo memorable, venciendo 2-0 a su acérrimo rival, Estados Unidos, en un Estadio Akron abarrotado con 43,537 aficionados. Raúl Jiménez fue la figura indiscutible de la noche, comandando al equipo con una actuación sobresaliente y un gol de antología que selló el primer tanto del encuentro.
El partido, que marcó el fin de una racha de cinco años sin victorias de México sobre Estados Unidos, fue un respiro para el equipo dirigido por Javier Aguirre. El ‘Tricolor’ impuso su dominio desde los primeros minutos y fue Raúl Jiménez quien encendió las emociones al minuto 25. Tras un cobro magistral de tiro libre, el delantero del Fulham colocó el balón en el ángulo superior izquierdo, imposible para el portero norteamericano, desatando la euforia en las gradas.
El gol de Jiménez no solo fue un reflejo de su calidad individual, sino que también reafirmó su papel como líder en el ataque mexicano. Los aficionados, muchos de ellos testigos de su paso por el América, no pudieron contener el aplauso cuando el atacante dejó el campo en la segunda mitad, siendo ovacionado por su actuación decisiva.
Con el 1-0 a favor, México continuó dominando las acciones y generando peligro en la portería estadounidense. El equipo de las barras y las estrellas, por su parte, se mostró incapaz de reaccionar ante la presión mexicana. Fue entonces cuando el ‘Tri’ aprovechó una desatención defensiva en el minuto 67 para sentenciar el partido con un segundo gol, obra de Alexis Vega, quien definió con calma tras una jugada colectiva iniciada desde el mediocampo.
La afición tapatía, siempre entregada al equipo, comenzó a corear el tradicional ‘ole’ en los últimos minutos del encuentro, mientras el balón circulaba entre los jugadores mexicanos. El ambiente era de fiesta, y el marcador de 2-0, uno de los más recordados en los enfrentamientos entre ambas selecciones, se consolidó como un reflejo de la superioridad mostrada por México.
El triunfo no solo marcó el regreso triunfal de la Selección Mexicana a Guadalajara, sino que también representó un valioso ensayo de cara al Mundial 2026, donde México será uno de los países anfitriones. La victoria ante Estados Unidos devolvió la confianza a un equipo que ha enfrentado críticas en los últimos años y, bajo el mando de Javier Aguirre, mostró señales de un proyecto renovado y ambicioso.
Raúl Jiménez, con su destacada actuación, se consolidó como el jugador clave del partido, mientras que el resto del equipo dejó claro que está en camino de retomar el protagonismo en la región. Así, México cerró una noche mágica en Guadalajara, dejando atrás una sequía de cinco años sin vencer a su rival más odiado en la CONCACAF.
