En los primeros minutos de este viernes, el Senado de la República aprobó la reforma de “supremacía constitucional”, una iniciativa que modifica los artículos 105 y 107 de la Constitución. Esta reforma, impulsada por la mayoría oficialista, ha generado controversia al fortalecer la autonomía del Poder Legislativo frente al Judicial y promover un marco que evita la intervención judicial en ciertas decisiones del Congreso.
La reforma busca impedir que se interpongan acciones de inconstitucionalidad y controversias constitucionales contra reformas aprobadas por el Congreso, limitando también el uso del juicio de amparo para impugnar dichas modificaciones. Este mecanismo de blindaje surge en un contexto de creciente tensión, luego de que diversas reformas, como la elección de jueces y la eliminación de órganos autónomos, enfrentaran suspensiones emitidas por jueces federales.
Al presentar el dictamen, el senador Óscar Cantón Zetina, representante de la Comisión de Puntos Constitucionales, defendió la medida argumentando que “el fin es garantizar la autonomía legislativa y evitar el bloqueo de decisiones legislativas por el Poder Judicial”, en medio de crecientes críticas hacia el Poder Judicial, acusado de falta de imparcialidad y corrupción.