El expresidente de Bolivia, Evo Morales, denunció que el vehículo en el que se trasladaba hacia su programa de radio fue atacado a balazos la mañana de este domingo en el Trópico de Cochabamba. Según el exmandatario, el incidente ocurrió a las 6:25 a.m. cuando dos vehículos comenzaron a seguirlo en la carretera entre Villa Tunari y Lauca Ñ. Morales afirmó que su chofer intentó desviar la ruta para evadir la persecución, pero los atacantes continuaron su emboscada.
“Felizmente salvamos la vida”, declaró Morales, quien relató que observó a los vehículos detrás de él y supo que se trataba de un operativo coordinado. En su testimonio a la emisora Kawsachun Coca, Morales contó que el vehículo recibió al menos 14 disparos y, como resultado, el conductor fue herido en la cabeza. En un video grabado por una acompañante de Morales, se escucha a sus colaboradores advirtiéndole que se agachara para protegerse de los disparos. El ataque culminó con una llanta reventada y daños en el vehículo, lo que obligó a Morales y su equipo a cambiar de automóvil para continuar el trayecto.
Durante el incidente, Morales alertó a los comunarios cercanos sobre el atentado y les pidió bloquear el paso a sus agresores para impedirles el avance. El exmandatario, quien también lidera el partido oficialista Movimiento al Socialismo (MAS), afirmó que el ataque es parte de un intento por eliminarlo, luego de múltiples esfuerzos por desacreditarlo políticamente y llevarlo a procesos judiciales. Morales señaló directamente al gobierno del presidente Luis Arce como responsable y expresó que “hoy se ha cumplido el plan de intentar matarlo”.
El atentado ocurre en un contexto de creciente tensión en Bolivia. Desde hace dos semanas, los seguidores de Morales mantienen un bloqueo indefinido de carreteras, exigiendo al gobierno de Arce que retire los procesos judiciales en contra del exmandatario, por cargos de trata de personas y estupro, que consideran parte de una persecución política. Los manifestantes también exigen soluciones ante el aumento de precios de los alimentos, la falta de divisas, y la escasez de combustibles. Además, reclaman el respeto a un congreso del MAS que, en 2023, declaró a Morales como candidato único para las elecciones presidenciales del próximo año.
Por su parte, el gobierno de Luis Arce ha acusado a Morales y sus seguidores de intentar desestabilizar el orden democrático. La Cancillería boliviana emitió un comunicado alertando a la comunidad internacional sobre el posible impacto de las manifestaciones en la estabilidad de la región. Paralelamente, el presidente Arce relevó al alto mando militar con la misión de preservar el orden interno y la democracia en el país.
El atentado marca una nueva escalada en el conflicto entre Morales y Arce, quienes en el pasado habían sido aliados. La crisis plantea serias preguntas sobre el futuro político de Bolivia y las posibles repercusiones en el proceso electoral del próximo año.
INFORMACIÓN DE EL SOL DE MÉXICO
