La provincia de Castellón, en el este de España, enfrenta un devastador temporal que ha dejado un saldo trágico de al menos 95 muertos confirmados, con nuevas víctimas localizadas en Valencia, lo que podría elevar el número de fallecidos a 108. Las labores de rescate y búsqueda continúan en medio de una alerta roja emitida por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que advierte sobre precipitaciones de hasta 180 litros por metro cuadrado en las próximas horas.
El Centro de Coordinación de Emergencias en Valencia envió un mensaje preventivo a los teléfonos móviles de los ciudadanos, instándolos a evitar desplazamientos mientras se mantiene el aviso naranja en varias regiones. Esta medida busca proteger a la población de los riesgos extremos provocados por las intensas lluvias, que ya han inundado amplias zonas de Castellón y otras áreas de la Comunitat Valenciana.
Desde Valencia, el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, se comprometió a garantizar el apoyo “por tierra, mar y aire” para enfrentar esta emergencia nacional. En el Centro de Coordinación Operativo Integrado, Sánchez enfatizó la cooperación total del Ejecutivo con las autoridades regionales, asegurando que se pondrán a disposición todos los recursos necesarios para restablecer la seguridad y tranquilidad de los ciudadanos afectados.
Por su parte, el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, criticó la falta de información previa sobre el temporal, acusando al gobierno de no coordinarse adecuadamente con las comunidades autónomas afectadas. Feijóo destacó que la situación de emergencia no se limita a una región, sino que se extiende a varios territorios de España, aunque la Comunidad Valenciana ha sido la más afectada.
La situación en Valencia es especialmente crítica, donde el presidente regional, Carlos Mazón, decretó tres días de luto oficial por las víctimas. Además, organizaciones como la Coordinadora Campesina del País Valenciano (CCPV-COAG) solicitan declarar el área afectada como “zona catastrófica” debido a los daños incalculables en cultivos e infraestructura.
En el sur, Andalucía también sufre las consecuencias del temporal, con carreteras cerradas y más de mil 440 incidentes reportados, principalmente en Sevilla y Cádiz. Las autoridades de tráfico han recomendado no viajar a Valencia y han pedido extremar precauciones en las carreteras debido al riesgo de inundaciones.
La respuesta de la Guardia Civil ha sido intensa, con más de 3,400 rescates realizados en la provincia de Valencia y un esfuerzo continuo por ubicar a las personas desaparecidas en provincias como Albacete. Además, el restablecimiento de servicios básicos, como la electricidad, avanza gradualmente en Valencia, donde aún permanecen sin luz más de 77 mil hogares.
En apoyo a los damnificados, varias entidades financieras, aseguradoras y supermercados han ofrecido líneas de ayuda, mientras que algunos ayuntamientos han organizado puntos de agua potable y centros de atención para animales. Sin embargo, la Policía Nacional reportó la detención de 39 personas por saqueos en comercios de zonas afectadas, una situación que complica los esfuerzos de recuperación.
Desde la Casa Real, el rey Felipe VI ha pedido a los españoles “permanecer unidos en el apoyo y la ayuda” a las víctimas, mientras que el papa Francisco expresó su cercanía a los afectados a través de un mensaje dirigido a la Conferencia Episcopal Española.
Con los esfuerzos de recuperación en marcha y la promesa de asistencia continua del Gobierno, España afronta un panorama de reconstrucción para las zonas devastadas, con la esperanza de restablecer la normalidad en las próximas semanas.
INFORMACIÓN DE EFE