Por José Gregorio Aguilar / TN
Ciudad Victoria, Tamaulipas.- El programa “La Escuela es Nuestra” ha generado dudas sobre la transparencia en el uso de recursos. Aunque el programa busca promover la participación de la comunidad escolar en la toma de decisiones sobre los recursos destinados a mejorar la infraestructura educativa, existen preocupaciones sobre la falta de claridad en la gestión de estos fondos, afirmó María Teresa Gutiérrez, directora de Monitoreo de Indicadores en Mexicanos Primero.
“Que pasó con la escuela es nuestra pues tenemos muchas dudas sobre la transparencia que está teniendo en este programa seguramente has escuchado muchas historias que se cuentan alrededor de esto y no hay tanta claridad en cuanto que porcentaje de los recursos se están destinando a servicios de comedor escolar a servicios de infraestructura y otro tipo de servicios y hay muchas dudas incluso entre los legisladores”.
Según algunos informes, el gobierno desconoce cómo se han utilizado más de 23 mil millones de pesos de presupuesto público destinados a este programa. Además, solo el 36% de los planteles educativos del país han recibido apoyos a través de este programa.
Los legisladores han pedido mayor transparencia y rendición de cuentas sobre el uso de los recursos del programa. También han cuestionado la falta de mecanismos de seguimiento y fiscalización para garantizar que los fondos se utilicen de manera efectiva y eficiente.
“Ahí hay evidencias que no hemos recogido nosotros pero están los informes de la Auditoría Superior de la Federación están esas duda que se presentaron hace días en el seno de la Comisión de la Cámara de diputados en la que se cuestiona que está pasando con los recursos del programa y recordemos que los recursos de la escuela es nuestra en el proyecto de presupuesto viene reducido a la mitad de lo que se entregó el año anterior”.
En cuanto a las obras prioritarias, existen dudas sobre si los recursos se están utilizando para atender las necesidades más urgentes de las escuelas. Algunos críticos argumentan que el programa carece de un diagnóstico claro sobre las necesidades de la infraestructura educativa, lo que puede llevar a una asignación ineficiente de los recursos.
“Ahí se tiene que ver como guiar o como asesorar a los padres de familia porque a veces podría parecer que comprar un proyector es mucho más urgente que poner un lavabos cuando las cuestiones de higiene o las cuestiones que nos encontramos con la pandemia nos indicarían que no. Es mucho más importante atender siempre las cuestiones de higiene la infraestructura de salud”.