El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó órdenes ejecutivas para imponer aranceles del 25% a las importaciones de acero y aluminio, asegurando que fortalecerán la industria nacional. Sin embargo, el sector empresarial en México advirtió sobre los efectos negativos en la relación comercial con EE.UU.
Daniel Zaga, director de Análisis Económico en Deloitte, explicó que México es el tercer proveedor más importante de acero y aluminio para EE.UU., después de Canadá y Brasil, y recordó que en 2018 medidas similares provocaron una caída del 28% en exportaciones de acero y 6% en aluminio.
Kristin Bohl, socia de PwC, alertó que las empresas deben prepararse ante la falta de excepciones y el riesgo de nuevos gravámenes. La Cámara Nacional de la Industria del Hierro y del Acero (Canacero) también expresó su preocupación, señalando que EE.UU. mantiene un superávit en el comercio bilateral del acero con México y que estos aranceles afectarán la integración regional bajo el T-MEC.
Amenaza con aranceles del 100% a autos
En una nueva escalada, Trump amenazó con imponer aranceles de hasta 100% a los vehículos importados desde México y Canadá. “Están construyendo plantas por todas partes para vender autos en EE.UU. y eso no lo permitiremos”, declaró el mandatario, argumentando que su país tiene un déficit comercial de 350 mil millones de dólares con México.
El presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Francisco Cervantes, minimizó el impacto inmediato de los aranceles al acero y aluminio, asegurando que existe diálogo con EE.UU., pero advirtió que la industria debe actuar con “cabeza fría y coordinación”.
La incertidumbre crece en el sector automotriz y siderúrgico, mientras ambos países analizan sus próximos movimientos en esta nueva batalla comercial.
INFORMACIÓN DE EL FINANCIERO