José Gregorio Aguilar / TN
El contexto global atraviesa una etapa de crisis marcada por conflictos bélicos, retroceso en democracias y endurecimiento de políticas migratorias, lo que genera tensiones internacionales y desafíos humanitarios. De acuerdo con Jorge A. Lera Mejía, investigador nacional nivel 2 del Conacyt, la única vía sostenible para contrarrestar estos efectos es el fortalecimiento del diálogo y la cooperación multilateral
Los recientes conflictos regionales han arrastrado a potencias que antes se mantenían al margen, lo que representa un riesgo para la estabilidad mundial y el medio ambiente. La crisis democrática también ha impactado a países como México, donde la inseguridad y la pérdida de confianza en las instituciones han debilitado el tejido social.
En el ámbito migratorio, la implementación de medidas más restrictivas en Estados Unidos y Europa ha generado una crisis humanitaria. Las redadas masivas y deportaciones han puesto en situación de vulnerabilidad a miles de migrantes, afectando tanto a los países receptores como a los de origen.
Lera Mejía, cuya línea de investigación es la Desigualdad, Migración y Remesas, advirtió que la diplomacia debe convertirse en la herramienta fundamental para abordar estos desafíos. La cooperación internacional y la reactivación de mecanismos multilaterales, como la ONU, pueden ayudar a mitigar los efectos de la desigualdad, la exclusión y la crisis ambiental.
El especialista en temas de migración y derechos humanos señaló que el enfoque propuesto resalta la necesidad de adoptar políticas migratorias basadas en la dignidad humana y el reconocimiento del papel de los migrantes en el desarrollo global. La educación para la paz y la tolerancia también es un factor clave en la reconstrucción del tejido social y la prevención de conflictos.
