Editoriales

Legislando con la iA | David Ed Castellanos Terán

Poco a poco, aunque a paso lento, la política local comienza a mirar con atención hacia un terreno que muchos aún consideran intangible: la violencia digital.

Este terreno, tan sutil como letal, ha dejado de ser un problema exclusivo de las grandes metrópolis o de comunidades hiperconectadas. En Tamaulipas, las prácticas delictivas asociadas al mal uso de tecnologías emergentes, como la inteligencia artificial, ya comenzaron a permear en la vida cotidiana de los ciudadanos.

La diputada local Úrsula Salazar Mojica ha dado un paso que vale la pena mirar con seriedad. Al presentar un dictamen que reforma el Código Penal estatal, busca equiparar el uso de inteligencia artificial y software malicioso en actos de extorsión, una medida que reconoce y aborda una de las nuevas expresiones del crimen organizado o individual en la era digital. En pocas palabras, si alguien utiliza herramientas digitales para simular, manipular o alterar información íntima con fines de lucro o daño moral, deberá responder ante la ley con el peso correspondiente.

Y no es un asunto menor. Vivimos en tiempos donde la línea entre lo real y lo simulado se desdibuja con facilidad. El uso de imágenes falsas, audios manipulados o mensajes automatizados para intimidar, chantajear o difamar ya no son especulación ni ciencia ficción: son una realidad dolorosa que muchas víctimas enfrentan sin saber siquiera a quién acudir.

La propuesta de Salazar Mojica fue aprobada por unanimidad en el Congreso local, un gesto inusual en tiempos de polarización política. Pero más allá de la buena voluntad legislativa, ahora viene el reto de su aplicación: capacitar a ministerios públicos, policías cibernéticas y operadores del sistema judicial para que no solo comprendan estas nuevas dinámicas, sino que también actúen con la eficacia que demanda la era digital.

Si el Estado quiere tener control sobre su soberanía digital, debe adelantarse, no reaccionar. Porque mientras las leyes se debaten, los delitos se cometen en tiempo real. Y la víctima, muchas veces, ni siquiera tiene rostro ante la ley.

En la intimidad… Mientras el Congreso busca adaptarse a una nueva dimensión delictiva, en las calles de Tampico las preocupaciones son otras, pero igual de apremiantes: el dengue.

Ante la temporada de lluvias, el gobierno municipal que encabeza Mónica Villarreal Anaya ha redoblado esfuerzos para combatir la propagación del mosquito transmisor. Lo hace con un enfoque directo, sin rodeos ni falsas promesas: casa por casa, calle por calle, y en estrecha coordinación con la Jurisdicción Sanitaria número 2.

La alcaldesa ha insistido en que estas acciones no son eventos aislados ni respuestas improvisadas. Son parte de una política pública integral con visión preventiva. El corte de criaderos, la abatización y la limpieza estructurada en sectores vulnerables, como la colonia Morelos, reflejan una administración que ha decidido actuar antes que lamentar.

Ricardo Mora Alvarado, titular de Servicios Públicos, es quien opera la estrategia en cuatro etapas que, más que protocolaria, ha mostrado ser una respuesta pragmática al riesgo sanitario que amenaza a miles de familias.

Y mientras Tampico se protege por dentro, en Altamira su alcalde, el doctor Armando Martínez Manríquez, ha decidido cubrir los frentes que no se ven pero que pesan: el educativo y el climático. El edil no ha dudado en apostar por el transporte escolar gratuito, becas para el aprendizaje del idioma inglés, y el respaldo permanente al magisterio.

En paralelo, ordenó la instalación extraordinaria del Consejo Municipal de Protección Civil para atender los posibles estragos que puedan provocar las lluvias anunciadas. Su enfoque, si bien técnico, tiene rostro humano. Dijo claro y sin rodeos: “vamos a estar al pendiente, y vamos a actuar”, y como buen “doctor”, diagnosticó también una solución inmediata: dar mantenimiento a los 45 drenes pluviales del municipio.

En esta parte del sur de Tamaulipas, lejos del debate nacional, hay gobiernos municipales que hacen lo que deben: atender el presente sin perder de vista el futuro.

Aunque no sean trending topic. Aunque no les den “likes”. Aunque no salga en cadena nacional. Y esa también es una forma de gobernar con inteligencia, aunque no sea artificial.

davidcastellanost@hotmail.com
@dect1608