Amigos, son tiempos de discreción, porque finalmente, si alguien sabe algo de ti, es normalmente porque tú lo expresaste, en la cafetería, en el bar, con tu círculo de amigos, o porque la vanidad te gana y tienes “un millón de amigos” -diremos en sarcasmo-, en redes sociales.
Según ChatGPT, en México Facebook tiene 93 millones de usuarios, es decir, el 70.7 % de la población. YouTube, 84 millones y creciendo; WhatsApp, un 70 % de la población online; Instagram, 48.8 millones de usuarios, es decir, un 37 % de la población total.
TikTok, de entre 74 a 85 millones de usuarios adultos; Pinterest, 26.7 millones de usuarios; LinkedIn, 26 millones; X de entre 16.9 a 18 millones, la red de los “inteligentes” y finalmente Snapchat, 15.1 millones.
Datos que no deben verse sueltos, porque lo anterior quiere decir que, prácticamente, como reza la canción (les encargo el autor), ningún amor es secreto si más de dos ya lo saben. Por lo mismo, queridísimos amigos, son tiempos de tomarse la vida en serio y a las redes sociales “democráticas”, muy en serio.
De hecho, los expertos aseguran que un control inteligente de las mismas es pertinente, y más si formas parte del llamado “círculo rojo” o de los grupos fácticos, porque bien lo decía desde los sesentas don Pedro Ferriz Santa Cruz: “Un mundo nos vigila”.
Cómo no hablar de que la idea del “Big Brother” fue acuñada por George Orwell en su novela 1984, publicada en 1949 y parece no importar aunque la sociedad ignorante, se mueva en altísima tecnología y vigilancia gubernamental, aunque nos comportemos invisibles “con dos whiskys”.
Léanlo, por favor. No se los pido de rodillas, pero ustedes, los grillos, muchas veces ven la tempestad y no se hincan. Ya lo advertía el genial Orwell.
(1984 narra la vida de Winston Smith, un hombre atrapado en una sociedad donde el gobierno lo ve todo, lo controla todo y lo corrige todo, incluso los recuerdos. A través de cámaras, micrófonos y manipulación del lenguaje, el Partido impone una única verdad oficial que cambia cada día, borrando el pasado para fabricar obediencia).
(En ese mundo sin libertad ni intimidad, pensar diferente es un delito. Pero Winston, cansado de fingir, se atreve a amar, a escribir y a imaginar una vida distinta, aunque eso lo lleve a enfrentarse al peor castigo: perder su voluntad bajo la tortura de quienes destruyen el alma para salvar el cuerpo).
De cualquier forma, este día lo advertimos porque, no obstante que las autoridades de cada país lo rechacen, la modernidad nos avasalla. Incluso con los ajustes en México “sugeridos u ordenados por los Estados Unidos”, el asunto se volverá normalidad del futuro.
Así lo rechace Claudia Sheinbaum Pardo, la nueva Ley de Telecomunicaciones e Inteligencia será un mecanismo de “espionaje”, y no porque lo digan los “tetos opositores”, sino porque llegamos ya a los tiempos de guardar discreción.
Pero bueno, incluso a ese nivel todo siempre sale a la luz, como cuando Kristi Noem, secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, reveló que le entregó a Claudia Sheinbaum, presidenta de México, “una lista de cosas que al presidente Donald Trump le encantaría ver”.
Y fue clara en medios: “Queremos que -Claudia Sheinbaum- comparta más información con nosotros. Le pedí específicamente que compartiera información biométrica y está dispuesta a discutirlo. Aunque en su país sería un poco controvertido, está haciendo un esfuerzo de buena fe”.
“Queremos que -Claudia Sheinbaum- comparta más información con nosotros. Le pedí específicamente que compartiera información biométrica y está dispuesta a discutirlo. Aunque en su país sería un poco controvertido, está haciendo un esfuerzo de buena fe.”
Y sucedió. Lo comentamos porque en México la narrativa oficial es que somos una patria soberana, humana, generosa, independiente, a la que debemos nuestra existencia (aquí me toca reír un poco)..
Regresemos. El punto es que un consejo que todos debemos seguir, seguramente con la diferencia de los medios, porque de todo dejamos registro.
Hay que “espulgar”, es decir, como reza el diccionario, limpiar de pulgas o piojos; agregaría, de todo lo que por pasión se ha publicado en redes sociales o se ha dejado registro público, sobre todo cuando se cambia de “calzones y patrones políticos”.
Claro, siempre tendremos el antídoto de negar el confeti en la ropa interior, aun cuando nos agarren con puños en los entresijos. Sin embargo, habrá que cuidar lo que se dice, o al menos ser congruentes “para evitar decir que no dijeron lo que dijeron”.
Claro, como rey de las contradicciones, siempre pasará a la historia AMLO: quien en febrero de 2013, teniendo al “licenciado Peña Nieto” como presidente, AMLO declaró que era perverso usar a los militares en el problema de la inseguridad. Luego, a su llegada al poder, lo primerito fue usar la presencia de las Fuerzas Armadas, que son el único garante de paz al día de hoy.
Nostra Política: “Toda la propaganda de guerra, todos los gritos y mentiras y odio, provienen invariablemente de gente que no está luchando”. —George Orwell.
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