*El gobierno defiende el traslado de carga al AIFA, mientras Washington amenaza con revocar permisos y limitar operaciones
La Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) respondió este fin de semana al Departamento de Transporte de Estados Unidos (DOT), luego de que este acusara a México de incumplir el acuerdo bilateral de aviación. En un comunicado, la dependencia mexicana defendió la decisión de trasladar las operaciones de carga del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), argumentando que con ello se priorizó la seguridad, la eficiencia operativa y se redujo la saturación del AICM.
Entre los beneficios del cambio, la SICT destacó una mejor puntualidad —posicionando al AICM en tercer lugar global—, así como inversiones por más de 8 mil millones de pesos en infraestructura aeroportuaria. Añadió que en el AIFA las aerolíneas de carga gozan de total disponibilidad de slots (franjas horarias de operación) y apoyo en seguridad por parte de los tres niveles de gobierno.
Sin embargo, el DOT considera que México no ha cumplido con su parte del acuerdo bilateral. En particular, señaló que el gobierno de Claudia Sheinbaum no ha realizado obras que mitiguen la congestión del AICM, situación que motivó la decisión del expresidente López Obrador de cancelar los vuelos de carga en ese aeropuerto.
¿Habrá consecuencias para aerolíneas mexicanas?
Aunque la SICT evitó referirse directamente a posibles sanciones, el DOT advirtió que impondrá medidas correctivas si no se atienden sus reclamos. Entre las acciones contempladas, Estados Unidos exige que las aerolíneas mexicanas presenten previamente sus itinerarios y soliciten permisos adicionales para operar vuelos chárter que impliquen mayor capacidad.
Además, el DOT amenazó con retirar la inmunidad antimonopolio del acuerdo de cooperación entre Delta y Aeroméxico, lo que impediría que ambas compañías coordinen tarifas y rutas, limitando su alianza a actividades menos estratégicas como los códigos compartidos.
La administración Trump también evalúa rechazar futuras solicitudes de vuelos desde México si no se corrigen las supuestas violaciones al acuerdo.
Mientras tanto, el gobierno mexicano asegura que las decisiones adoptadas en el sector aéreo buscan “beneficios tangibles” para los pasajeros y el desarrollo sostenible de la industria. La controversia se mantiene abierta y podría escalar en las próximas semanas.