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Suspenden partido en Argentina por violencia en las gradas

*El enfrentamiento dejó al menos 10 heridos y 90 detenidos en Avellaneda

La violencia volvió a irrumpir en el futbol sudamericano. El duelo de vuelta de los octavos de final de la Copa Sudamericana entre Independiente de Avellaneda y la Universidad de Chile, disputado en el estadio Libertadores de América-Ricardo Enrique Bochini, terminó suspendido tras una serie de incidentes que iniciaron en las tribunas y se trasladaron al terreno de juego.

El marcador estaba 1-1 al momento de la interrupción, resultado que favorecía al conjunto chileno para avanzar a la siguiente fase. Desde el inicio se percibía un ambiente tenso, ya que el “Rojo” acumulaba siete partidos sin ganar y necesitaba al menos un gol para mantener viva la eliminatoria. Sin embargo, a los 11 minutos la “U” abrió el marcador, lo que encendió los ánimos en la afición local.

En la segunda parte, el encuentro se retrasó por los disturbios, luego de que aficionados visitantes lanzaran butacas hacia la hinchada rival. A pesar de los llamados de advertencia, la situación se descontroló cuando seguidores de Independiente ingresaron al campo, obligando al árbitro a detener el partido. La violencia escaló con la detonación de artefactos explosivos y una invasión de la barra local hacia la tribuna chilena, lo que desató una pelea masiva.

De acuerdo con los primeros reportes oficiales, los disturbios dejaron al menos 10 personas lesionadas y 90 detenidas. Ante la falta de condiciones de seguridad, el juego fue cancelado definitivamente.

El presidente de Chile, Gabriel Boric, condenó lo ocurrido y criticó la falta de control en el estadio. A través de un mensaje en redes sociales, señaló que la prioridad de su gobierno es garantizar atención médica a los heridos y velar por los derechos de los detenidos, al tiempo que exigió responsabilidades a las autoridades argentinas y a los organizadores.

Con el empate parcial, la Universidad de Chile permanece en la siguiente ronda del torneo, aunque se espera que la Conmebol emita sanciones tras los graves incidentes.

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