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Jamlet Política | Eleazar Ávila Pérez | Partidos: La moral es letra muerta

En reuniones, capacitaciones, conferencias, foros, cafeterías, bares y cantinas, hemos sostenido que la tragedia de México y de muchas partes de América Latina, es que sus “partidos políticos” mantienen un desgraciado divorcio con sus declaraciones de principios.

Para jugar a la democracia tampoco es que importe mucho, porque la ignorancia colectiva les cobija. Tan cierto que para cualquiera que quiera acceder al poder, sabe lo que lo de menos importa es la moral o la dignidad de sus élites.

Hoy hasta la Inteligencia Artificial te puede generar la más conveniente Declaración de Principios para inventarse un partido-cártel o lo que sea que le quieran etiquetar.

Por eso es que hay instituciones que no lo son, que navegan por el acceso al poder y el dinero. Por lo mismo, en Tamaulipas, acabamos de ver un acto más de lo que les hablamos: Reynosa, donde el grupo en el poder que comanda la senadora Maki Ortiz ha sido enrutada para ser gobernadora, por lo pronto candidata en 2028.

Siglada -futureando- en lo que fue exhibido, por el mismísimo coordinador político del Verde Ecologista de México, PVEM, Arturo Escobar, quien es, en lo que todos los de materia gris saben, un empresario de alta directiva para este partido, que ha dormido con sus pares en la circunstancia desde su fundación en 1986.

Pero en este contexto, comencemos con decir que no faltamos a la verdad, en el sentido de que la Senadora Maki Esther Ortiz Domínguez fue activo del Partido Acción Nacional, luego del Movimiento de Regeneración Nacional y ahora del Partido Verde Ecologista; en tanto, como nos dicen, ha estado a punto de ser, no lo sabemos, del Partido Movimiento Ciudadano.

Inferimos, en este sentido, que en asuntos de verticalidad y principios políticos, nadie puede ser parte de la derecha para luego cambiar al barco de la llamada (yo creo que no) izquierda mexicana. Que eso sí, todos le reconocen, que es la única que ha puesto en jaque en Reynosa a quien fue su némesis, Francisco García Cabeza de Vaca. Una década de control político en la llamada joya de la corona lo validan.

Pero por otra parte, al margen de la calidad y cualidades de ella y de todos los candidatos, lo que siempre diremos es que, más allá de los partidos, lo que importa, en la diferencia, es la vocación de cada titular en el gobierno, donde, como se puede confirmar, gracias a Dios, sí hay quienes se toman en serio su trabajo y hacen una labor que merece el reconocimiento.

Pregunta seria. ¿A quiénes en Tamaulipas, por ejemplo, usted les daría el beneficio de la duda o a quienes, de plano, les pondría laureles y a quiénes cencura? En fin, que en la República lo que sobran son casos así.

Y lo más “tierno democrático”, es que hombres, mujeres y/o demonios, cuando salen a cuadro en medios o acuden a las plazas públicas, colonias, ejidos, poblados, lo hacen con una cara dura que bien merecen un Óscar por la calidad cínica de sus actuaciones.

Pero como se dice bien. No tiene la culpa el indio, sino quien lo hace compadre, que por otra parte, lo diré un millón de veces. Por décadas hemos sido educados de tal manera que nuestra visión es limitada, romántica y dispersa, conducida desde el poder central.

En este sentido, siempre insistiremos, es mucho más fuerte el esfuerzo de los estados, de sus universidades, del trabajo en los municipios de buenos gobiernos, que la vocación central.

Ya hablaremos despacito de la educación, pero estoy hoy convencido de que, de ser por el centro del país, nuestra No Capital, lo que hace por México desde la educación es muy poco respecto de las instituciones estatales del ramo.

Comparen el cada vez más mediocre y politizado Politécnico Nacional versus una Universidad como la de San Luis Potosí, y qué decir de nuestra creciente Universidad Autónoma de Tamaulipas que tiene importantes avances en materia de investigación, desarrollo académico seguro y con permanente mejoramiento de sus instalaciones.

Nada más este año, la Universidad Autónoma de Tamaulipas formalizó la firma de convenios correspondientes a 19 proyectos de investigación aprobados en la Convocatoria “Fortalecimiento de la Investigación con Impacto Social 2025”.

Un compromiso de la institución con la generación de conocimiento científico, tecnológico y humanista, dirigido a atender problemáticas sociales, productivas y ambientales de Tamaulipas y del país, en concordancia con el plan de desarrollo institucional que impulsa el rector Dámaso Anaya Alvarado.

Y bueno, si se asoman al Tecnológico de Madero, el que sigue feliz por los resultados de su equipo y que es importante que lo sepan, que cuando hay voluntad hasta Alberca Semi Olímpica renovada y abierta tienen.

Una alberca que data de 1989, pero que con el paso del tiempo fue abandonada. Hoy esta maravilla que tiene el nombre de Juan Pontvianne, un golazo más de Dionisio Cruz como director de este plantel, que por lo pronto es el mejor de la entidad.

Nuestra Política: “Que nada nos limite. Que nada nos defina. Que nada nos sujete. Que la libertad sea nuestra propia sustancia”. Simone de Beauvoir.

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