Erik Huerta / TN
Altamira, Tamaulipas.- La práctica de rellenar lagunas de manera indiscriminada en Altamira se mantiene como un problema ambiental y social de alto riesgo, pese a la visibilidad de estas acciones y la ausencia de sanciones contundentes contra quienes las realizan.
Vecinos de colonias como Nuevo Madero alertan sobre las consecuencias que esta situación puede tener ante la temporada de lluvias.
“Nos preocupa qué pasará cuando lleguen las inundaciones; con el relleno, las lagunas podrían desbordarse fácilmente”, señaló Claudia Hernández, residente del sector.
El riesgo se agrava con la presencia de asentamientos irregulares en terrenos recientemente rellenados.
Estas zonas carecen de servicios básicos como agua potable y electricidad, mientras familias comienzan a establecerse, aumentando la vulnerabilidad urbana.
Datos oficiales señalan que entre 2024 y lo que va de 2025 se han presentado 13 denuncias formales por relleno de lagunas en Altamira, aunque se estima que más de 40 cuerpos de agua en la región sur de Tamaulipas están en riesgo.
Especialistas alertan que cada hectárea de laguna perdida representa miles de metros cúbicos de agua que dejan de funcionar como reservorio natural, lo que incrementa el peligro de inundaciones, hundimientos del terreno, fallas en el drenaje, contaminación y pérdida de biodiversidad.
El marco legal considera el relleno de lagunas como un delito federal que debe perseguirse de oficio; sin embargo, hasta ahora no se han registrado sanciones.
Las colonias Nuevo Madero y Santa Elena se identifican como zonas críticas debido a la rápida disminución de sus cuerpos de agua.
La denunciante demanda una mayor supervisión por parte de las autoridades y la aplicación estricta de la ley, para detener lo que califican como un ecocidio silencioso con serias repercusiones para la comunidad.