“En las buenas, tus amigos te conocen, en las malas, conoces a tus amigos”, aduce uno de tantos refranes.
Y desafortunadamente, el ex titular de la Secretaría de Educación de Tamaulipas MARIO “G” lo está entendiendo a la perfección.
A la fecha, los disque amigos que tuvo cuando fue titular de la SET, ya no lo conocen ni tampoco se acuerdan de él.
Incluso, quienes desde las siglas del Partido Acción Nacional lo impulsaron para que ocupara ese puesto en el sector educativo, lo dejaron solo.
MARIO “G”, está a punto de pisar la cárcel y posiblemente pasar un buen tiempo tras las rejas, posiblemente por haber confiado en quienes dijeron ser sus amigos.
Y es que, a reserva de que se agote la cadena impugnativa, MARIO estaría sentenciado este viernes a una condena de 19 años en prisión, inhabilitado para desempeñar cargos públicos y obligado a pagar más de los ocho millones de pesos, por los que hoy enfrenta ese tema legal.
Después de la sentencia vendrán cinco días en los que sus abogados podrán apelar, incluso llegar al amparo ante un Tribunal Colegiado, que lo resuelve la sala penal de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Afortunadamente, para MARIO “G” existen algunas atenuantes que pueden ser utilizadas a su favor, entre estas su buena conducta, no haber cometido este tipo de delitos con anterioridad, haber acudido cuando fue requerido, entre otras que le permitirían obtener una sanción menor.
Por lo pronto MARIO “G” tiene la obligación de estar presente este viernes a las 15:30 horas, en esta Capital, para escuchar la sentencia de la jueza.
Al margen de que el ex titular de la SET sea culpable o no, habrá que decir que MARIO “G” no se mandaba solo y tenía un jefe, de quien recibía órdenes y habría que acatarlas; el ex gobernador FRANCISCO GARCÌA CABEZA DE VACA, quien no se ha pronunciado al respecto.
De hecho, tampoco lo hizo con RÓMULO, ex titular de Bienestar Social, a quien prácticamente lo han dejado a su suerte.
A estas alturas, tanto MARIO como RÓMULO ya se dieron por enterados de, con quiénes cuentan y con quienes no.
Lo extraño de todo esto, es que nadie en las filas del PAN se pronuncia y han permanecido en silencio, posiblemente para no ser víctimas del brazo de la justicia. Ni siquiera para solidarizarse.
Quizá por ello, no debe quedar duda de que, así como se han emprendido acciones contra quienes estuvieron al frente de dependencias en la administración anterior, otros pueden correr la misma suerte. En fin.
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