José Gregorio Aguilar / TN
Ciudad Victoria, Tamaulipas.- El escándalo por el desvío de becas en la Secretaría de Educación de Tamaulipas (SET), presuntamente favoreciendo a familiares de funcionarios, sigue sin resolverse. Miguel Tovar Tapia, dirigente de la sociedad de maestros y padres de familia, alzó la voz para exigir justicia y sanciones reales: ‘Ya debieron haber rodado cabezas’, afirmó, en referencia a las renuncias que nunca llegaron.
Tovar Tapia cuestionó el silencio oficial y la aparente protección que rodea a los responsables, especialmente al subsecretario de administración, quien —según sus palabras— opera bajo el manto de impunidad. ‘La protección es temporal y tiene fecha de caducidad’, advirtió, recordando el caso del ex secretario de Educación, Mario Gómez Monroy, como ejemplo de que el blindaje político no es eterno”.
El dirigente expresó el desencanto y la impotencia que permea entre padres de familia y el magisterio, sobre todo entre quienes tienen hijos con discapacidad, principales afectados por el desvío de recursos. ‘¿Qué esperaban los padres? ¿Una sanción? ¿Una renuncia? ¿O que se les garantice que los mismos no seguirán manejando las becas el próximo año?’, cuestionó.
Tovar Tapia consideró que instancias como el DIF, podrían asumir un papel activo en la defensa de los derechos de los niños con discapacidad; por ello, hizo un respetuoso llamado a la primera dama del Estado “es necesario levantar la voz en contra estos pillos que sustrajeron indebidamente los apoyos”, sentenció
El silencio institucional y la falta de consecuencias reales alimentan la percepción de que este caso será sepultado bajo el clásico carpetazo. Pero la sociedad civil y el magisterio ya han emitido su juicio: los responsables deben ser investigados, sancionados y removidos. La justicia no puede ser selectiva, y mucho menos cuando se trata de recursos destinados a los más vulnerables.

