Lo que parece sencillo es en realidad un reto enorme: la mejor arquera del planeta es mexicana y lleva por nombre Andrea Becerra. Con apenas 25 años, la deportista originaria de Guadalajara alcanzó la cima al proclamarse campeona del mundo en la modalidad de arco compuesto, confirmando que hoy por hoy no tiene rival.
Después de sumar el oro en los Juegos Mundiales y otra presea dorada junto al equipo femenil el fin de semana anterior, Becerra tenía un objetivo muy claro: coronarse en el campeonato individual, el título que le faltaba en su palmarés y que más deseaba.
La arquera llegó como número uno del ranking mundial y respondió a esa condición durante el Campeonato Mundial celebrado en Gwangju, Corea del Sur. Desde la ronda de clasificación se mostró intratable y con una puntería impecable que la colocó de inmediato como la gran favorita.
En su camino, derrotó a I-Jou Huang, de China Taipei (149-145) en la cuarta ronda; después eliminó por la mínima diferencia a su compatriota Mariana Bernal (148-147), y en semifinales superó a la colombiana Alejandra Usquiano (148-146).
La final fue contra la salvadoreña Sofía Paiz, en un duelo marcado por la lluvia. Aunque la mexicana dominó desde el inicio, Paiz reaccionó y convirtió la contienda en un enfrentamiento parejo. En el cierre, Andrea necesitaba un tiro perfecto para asegurar el oro, y lo logró con un 10 decisivo que selló su campeonato. Entre lágrimas, se fundió en un abrazo con su entrenadora.
El podio lo completó Alejandra Usquiano, quien derrotó a la india Parneet Kaur por 145-144. Con ello, las tres primeras posiciones fueron para Latinoamérica, región que reafirma su poderío en el arco compuesto.
Andrea Becerra cerró su participación con tres medallas en total: dos oros (individual y por equipos) y un bronce (mixto). Su consagración la perfila como la gran carta de México rumbo a los próximos Juegos Olímpicos, donde el arco compuesto debutará en la modalidad de equipos mixtos.
