El monoplaza de Alonso contó con un nuevo halo que buscaba controlar el flujo de aire; un nuevo suelo para aumentar la carga y, así, el rendimiento; pequeños bordes del suelo renovados, como también los aletines, mientras que en cuanto al difusor, tenía una nueva forma que buscaba contar con una mayor aerodinámica. Por último, el vehículo del español también contaba con un nuevo alerón de viga, que busca mejorar el rendimiento.

Sin embargo, preguntado Alonso por radio por qué le diría a Stroll sobre la estabilidad del monoplaza con esas mejoras, Alonso no dijo nada durante unos segundos para después concluir: “Que buena suerte”, por lo que el bicampeón del mundo no pareció estar muy contento con el rendimiento del renovado coche.

De hecho, Stroll acabó noveno, a cinco décimas de Sainz y más de cuatro décimas por delante de un Alonso que se tuvo que conformar con la décimo tercera posición de estos primeros libres, a la espera de que esos nuevos elementos del monoplaza del asturiano terminen de afinar en la segunda sesión de libres de la jornada.