Monday Night RAW dio inicio con Drew McIntyre, quien recientemente hizo su cambio a villano y aprovechó el espacio para dar una promo en contra de CM Punk: “Parece que te pueden echar de una compañía tras liarla y volver como si nada, siendo perdonado. No estoy hablando de nadie”.
Esto en referencia a los nueve años que el Chicago Made estuvo fuera de WWE y sólo habló de los malos tratos que lo hicieron. Aún así, lo acaban de recontratar como una de las caras principales -y por encima del escocés- por lo que la molestia lo ha llevado a cambiar de bando.
Luego de ello, Sami Zayn entró en escena y le dijo que antes hacía lo correcto. Él se preocupa por enorgullecer a su familia pero Drew no. La respuesta del ex campeón mundial fue que se merecía ser traicionado por The Bloodline, pues no tiene lo necesario para ser el monarca de la empresa.
Posteriormente, en backstage, McIntyre atacó a Zayn y tuvieron que separarlos varios guardias de seguridad. Pero lejos de preocuparse, Drew sólo sonreía por ver a su oponente caído. Además, al final del show, atacó a Jey Uso y mandó un claro mensaje de que irá por todos los ‘faces’ de WWE.
Jey Uso fue el Main Event del programa con Seth Rollins, y tras perder en sus oportunidad por el título mundial pesado, Drew McIntyre apareció para aplicarle una Claymore y arrojarlo a la mesa de comentaristas (que se rompió).
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