Primero, que Red Bull quiera (si Checo demuestra con un inicio fuerte que puede seguir en el mejor auto de la F1) afianzar su roster de pilotos y extender su contrato, cuando no hay opciones a futuro de donde echar mano: Leclerc, Norris, Piastri, Russell están amarrados en otros lados, y Daniel Ricciardo, aunque lo quieran vender como opción, no ha demostrado nada en tres años como para poder quitarle el asiento a Pérez.

Luego, si Red Bull no le garantiza una extensión o busca otro piloto, eso haría a Checo Pérez una carta de mucho valor en el mercado que perfectamente podría encajar en Aston Martin, Sauber o incluso Mercedes.

El efecto Hamilton puede ser el mejor amigo de Checo Pérez porque lo revaloriza entre las opciones disponibles o, por el contrario, si tiene un inicio de temporada titubeante, lo pone en una posición desventajosa para encontrar un buen asiento ante toda la competencia y movimientos que vienen.

INFORMACIÓN DE ESPN