El Gran Premio de México dejó dudas sobre el futuro de Sergio “Checo” Pérez en la escudería Red Bull, tras un bajo rendimiento que lo llevó a terminar en la posición 17, apenas un lugar por encima de su posición inicial en la parrilla. A diferencia de otras ocasiones, Christian Horner, jefe de la escudería, mostró reservas sobre el desempeño del mexicano, dejando claro que en la Fórmula 1 los resultados son determinantes para la permanencia de cualquier piloto.
Durante una conversación con los medios en el team building de Red Bull después de la carrera, Horner explicó que, aunque el equipo brindará apoyo a Pérez en la próxima competencia en São Paulo, la continuidad del piloto mexicano a largo plazo está bajo evaluación. “La Fórmula 1 es un lugar donde hay negocios y se tienen que entregar resultados, y cuando alguien está con un bajo rendimiento existirá un escrutinio”, afirmó Horner. “Necesitamos que los dos autos estén sumando puntos; esa es la naturaleza de la Fórmula 1”.
Red Bull en busca de consistencia y puntos
La presión sobre Pérez se incrementó tras una temporada inconsistente, especialmente desde el Gran Premio de Miami. Aunque Checo inició el año en buena forma, llegando incluso al podio en varias carreras, su desempeño se ha deteriorado, con un sexto lugar como su mejor posición en las últimas competiciones, la última vez en los Países Bajos. Esto contrasta con el fuerte rendimiento de Max Verstappen, su compañero de equipo, quien ha mantenido la competitividad para Red Bull.
Además, la situación actual es crítica para Red Bull en la clasificación de constructores, en la cual han caído al tercer lugar después del Gran Premio de México. A principios de año, la escudería lideraba cómodamente, pero los altibajos de Pérez han afectado su posición en la competencia. “Llegará un punto donde tengamos que tomar decisiones. Nuestra determinación es volver a la posición en la que estábamos”, declaró Horner, sugiriendo la posibilidad de cambios si los resultados no mejoran.
El papel de Liam Lawson y la presión de la competencia interna
La situación de Checo también se complica con la incorporación de Liam Lawson al equipo secundario de Red Bull, el V Card, en lugar de Daniel Ricciardo. Aunque Lawson fue inicialmente contratado para reforzar al equipo filial, su desempeño está siendo evaluado como posible candidato para el asiento de Pérez, junto a Verstappen, en el equipo principal de Red Bull. Este movimiento, según los analistas, podría indicar que la escudería austriaca está evaluando alternativas para asegurar un coequipero de Verstappen que aporte puntos de manera constante.
“Lo que queremos es un equipo fuerte y competitivo, y por eso tenemos a Lawson en el equipo para poder ver su rendimiento de cara al futuro”, aseguró Horner. Red Bull ha dejado claro que no esperará al final de la temporada para tomar decisiones estratégicas, en especial si estas pueden fortalecer su posición en el campeonato.
Un año desafiante para Checo Pérez
La temporada de Checo Pérez tuvo un giro inesperado después de su último podio en el Gran Premio de China, donde logró la tercera posición. Desde entonces, el mexicano no ha vuelto a ubicarse entre los primeros lugares, y el escrutinio sobre su desempeño ha crecido. Su contrato, renovado en junio pasado por dos años adicionales, le aseguraba una permanencia hasta el 2026, pero en aquel momento, Red Bull aún lideraba el campeonato de constructores. Hoy, con los resultados adversos, esa promesa de continuidad ha comenzado a verse comprometida.
Las declaraciones de Horner han despertado especulaciones sobre el futuro de Pérez en el equipo. A pesar de su experiencia y la conexión con la afición mexicana, especialmente tras un complicado Gran Premio en su país, el rendimiento y la falta de consistencia de Checo parecen haber puesto en duda su lugar en la escudería.
Para Pérez, el próximo fin de semana en São Paulo podría ser determinante. En un entorno en el que la presión y la búsqueda de resultados son la norma, Checo deberá demostrar que puede revertir el curso de su temporada y retomar el nivel que lo ha mantenido en la élite de la Fórmula 1. Mientras tanto, Red Bull sigue evaluando opciones y contemplando movimientos que les permitan regresar a los primeros lugares del campeonato de constructores, incluso si esto significa una reestructuración en sus filas de pilotos para el próximo año.
