Cuando estaba encendido, sencillamente era imparable. El 22 de enero de 2006 quedará en los recuerdos como el día donde Kobe Bryant tuvo una de las mejores actuaciones en la historia para un basquetbolista.
El todavía Staples Center de la ciudad de Los Ángeles, escenario donde la ‘Mamba Negra’ se encargaba de deleitar noche tras noche a los cerca de 20 mil aficionados que acudían a los partidos de los Lakers, fueron testigos de una obra de arte.
Kobe, de entonces 28 años, se enfrentó a los Toronto Raptors en una época donde era la única figura de los Lakers tras la partida de Shaquille O’Neal. Todas las opciones de éxito de su equipo pasaban por lo que pudiera hacer el #8.
La campaña de 2006 estaba promediando por encima de los 35 puntos por encuentro, una cifra altísima para el resto de la NBA. Unas semanas antes había anotado 63 puntos a Mavericks en sólo tres cuartos, antes de que Phil Jackson decidiera darle descanso en el último episodio.
El récord histórico de los 100 puntos de Wilt Chamberlain, establecido en 1962, parecía inquebrantable para el resto de los mortales, pero no para Kobe Bryant. Y si bien no lo logró, hacer 81 puntos en esta época sencillamente es inalcanzable para el resto de figuras de la liga.
Phil Jacksonm, un gran admirador de Kobe Bryant
“He visto actuaciones memorables, pero no he visto nada como esto antes”, aseguró Phil Jackson, el entrenador que estuvo a lado de Michael Jordan en sus mejores años.
Prácticamente fue una batalla de Kobe Bryant contra todo Toronto. No hubo forma de detenerlo. Acertó 28 de 46 disparos al aro, siete de 13 triples y convirtió 18 de 20 tiros libres, que respaldaron a sus seis rebotes y dos asistencias.
Esta es la segunda cifra más alta en la historia de la NBA. Luego de tres cuartos, Kobe sumaba 53 puntos, pero todavía se dio el lujo de anotar 28 más en los 12 minutos finales.
Una actuación sin precedentes que quedará entre las más grandes en la historia del ‘deporte ráfaga’.
INFORMACIÓN DE ESTO.COM.MX
