Los Dallas Cowboys sabían que enfrentarse a los New York Giants les ofrecía una oportunidad crucial, y no la dejaron escapar. En un juego marcado por la tensión y las inconsistencias, el equipo de la Estrella Solitaria logró imponerse 20-15 a su rival divisional, logrando así su segunda victoria de la temporada en un arranque que ha sido más complicado de lo esperado.
Aunque los Cowboys no desplegaron su versión más dominante, la inercia de su historial frente a los Giants les permitió extender a siete su racha de triunfos consecutivos sobre Nueva York. Dak Prescott, bajo la presión de las expectativas, mostró destellos de su capacidad en la primera mitad, conectando dos pases de touchdown. El primero fue a Rico Dowdle, con un avance de 15 yardas, y el segundo a CeeDee Lamb, quien recorrió 55 yardas para romper la defensiva rival.
Sin embargo, tras un prometedor inicio, la ofensiva de Dallas perdió fuerza en la segunda mitad, limitándose a sumar puntos únicamente con dos goles de campo de Brandon Aubrey. Esto mantuvo a los Giants en la contienda, con un Daniel Jones que encontró en el novato Malik Nabers a su mejor receptor, registrando 12 atrapadas para 115 yardas. A pesar de acercarse en varias ocasiones al área de anotación, Nueva York dependió de los goles de campo de Greg Joseph para mantenerse en el marcador.
La resistencia de los Giants les permitió soñar con una remontada cuando un error de Aubrey les dejó la puerta abierta en los minutos finales. No obstante, una intercepción de la defensa vaquera acabó con sus aspiraciones.
El triunfo dejó un sabor agridulce para Dallas, que ahora está pendiente del estado de salud de su defensivo estrella Micah Parsons, quien salió lesionado en las últimas jugadas del partido. Asimismo, los Giants también tienen preocupaciones tras el golpe que obligó a Malik Nabers a abandonar el encuentro para ser evaluado.