El World Football Summit Monterrey inició con el panel “FIFA World Cup 2026 México: Un horizonte de oportunidades”, donde representantes de las tres ciudades sede —Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey— compartieron los avances y retos en la organización del torneo. Íñigo Riestra, secretario general de la FMF, destacó la colaboración entre México, Estados Unidos y Canadá para garantizar una planificación coordinada y eficiente del Mundial.
Ana Paula Carrillo, en representación del Estadio Banorte (antiguo Estadio Azteca), subrayó la magnitud logística del evento, desde la infraestructura para Fan Fests hasta centros de entrenamiento y servicios urbanos. Señaló que el reto va más allá del fútbol: se trata también de transformar ciudades desde lo social y urbano.
Héctor Michel Flores recordó cómo los Mundiales de 1970 y 1986 impulsaron la modernización de Guadalajara y confió en que el 2026 marcará otro hito. Destacó que la ciudad se está preparando con mejoras en tecnología, conectividad, seguridad y movilidad, buscando no solo atender al evento, sino generar beneficios duraderos para sus habitantes.
Alejandro Hütt, representante de la sede Monterrey, proyectó la llegada de más de 200 mil visitantes durante el torneo. Resaltó que los Fan Fest en el Parque Fundidora serán espacios clave para disfrutar del ambiente mundialista y vivir la fiesta del fútbol en comunidad.
Todos los ponentes coincidieron en que el objetivo principal no es solo realizar una Copa del Mundo exitosa, sino dejar un legado tangible para México. Riestra cerró el panel reiterando el compromiso con un Mundial sostenible, aprovechando estadios ya existentes y funcionales, y promoviendo que los visitantes descubran la riqueza cultural del país más allá del fútbol.
INFORMACIÓN DE MEDIO TIEMPO