*Monterrey busca meterse entre los ocho mejores del mundo en un Mundial de Clubes lleno de sorpresas
Este martes por la noche, Rayados de Monterrey no solo jugará por su pase a los cuartos de final del Mundial de Clubes 2025, sino que llevará consigo el peso de toda la Concacaf. El conjunto regiomontano será el último representante de la región en disputar la ronda de octavos, con un duelo de alto voltaje frente al Borussia Dortmund, una potencia europea que llega con elogios, pero también con grietas.
Mientras Europa ya tiene a PSG, Chelsea y Bayern Múnich en la siguiente ronda, y espera al vencedor del duelo entre Real Madrid y Juventus, la Conmebol celebra con fuerza: Palmeiras avanzó y Fluminense dio la campanada al eliminar al Inter de Milán, subcampeón de la Champions League.
El batacazo de Al Hilal y la oportunidad de Monterrey
Sin embargo, la gran sorpresa del torneo hasta ahora ha sido la eliminación del Manchester City a manos del Al Hilal, representante asiático que llevó a los ingleses a tiempos extra y los dejó fuera con un 4-3 que rompió quinielas y dejó claro que el fútbol saudí ya no es solo chequera, sino también competencia real.
En ese contexto, Monterrey aparece como la última esperanza del fútbol de Concacaf. El equipo de Fernando Ortiz llegó con autoridad tras dejar en el camino al Urawa Red Diamonds de Japón y eliminar con contundencia a River Plate, reafirmando su tradición como club habitual en estas instancias.
Un lugar histórico en juego
Hay un incentivo adicional: el cruce entre Fluminense y Al Hilal asegura que al menos un club no europeo estará en semifinales, algo poco común en este tipo de torneos. Rayados buscará unirse a esa “fiesta inesperada” y demostrar que la Liga MX está lista para competir al más alto nivel.
El partido de esta noche no será solo fútbol: será un termómetro de nivel continental, una medida para saber si la Concacaf está lista para romper el techo de cristal y dejar de soñar con hacer historia para, por fin, empezar a escribirla.
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