Jamlet Política | Eleazar Ávila Pérez | 2025: Hablemos de periodismo
Este martes me dio un choque de nostalgia, porque cuando se trata de periodismo la cuenta dice que son 38 años, entrando y saliendo de una actividad de medios en la que he sido, orgulloso borracho y cantinero.
Del humo que fue ser puntuador, reportero de sociales, política, economía, sindicatos y luego editoriales, la vida de un comunicador tiene muchas facetas. Y este martes, ver a tantos amigos juntos fue una experiencia religiosa, como dice la frase española.
Todo en el Aniversario 70 de El Diario, en una conmemoración encabezada por el Lic. José Cárdenas, Presidente del Consejo de Administración y Director General de este medio que me hospeda con absoluta libertad mis colaboraciones desde hace muchos, muchos años.
El Diario, como nos explicó a los presentes Don Pepe, nació un 28 de enero de 1955, manteniendo como hilo conductor la veracidad y la innovación; atributos que han permitido al medio. adaptarse a los cambios tecnológicos sin perder su esencia.
Un asunto que pudo comprobarse en la exposición de 70 portadas de este medio informativo, donde algo me pareció interesante: los hechos parecen no cambiar, pero sí los actores de esos mismos acontecimientos, obviamente, con la variable de la evolución tecnológica.
Así ha sido también el proceso de elaboración. Este medio ha transitado con la modernidad, y no les confundo, solo les comento a las nuevas generaciones que, hasta antes de la era de la computación, todos los textos eran redactados en máquinas mecánicas de escribir, lo que requería precisión, ya que cualquier error implicaba volver a escribir.
Aquí una porra. No fue periodista, pero, quién tuviera hoy la habilidad casi perfecta de un Homar Zamorano. Hoy todas las barrabasadas de tecla pueden corregirse con ChatGPT, aunque no la calidad de los textos, pues estos, son territorio de clase y estilo, donde mea culpa, seguro tengo serias deficiencias.
En mi caso, hemos tenido cinco marcas, cuatro “pretextuales” y una superior que es mi cabezal personal J. Eleazar Ávila Pérez; las otras: Cuesta Arriba, El Debate Equis, El Monasterio y Jamlet con J. Política. Y saben qué, lo que daría por regresar a traer una grabadora de mini casete y una libreta haciendo anotaciones, donde haría una pausa de autocrítica.
Qué lamentable que ahora la información sea una orgía entre medios. Insisto, estoy nostálgico. Antes, por más cuate de mis cuates, si yo pasaba alguna primicia o dato que pusiera en riesgo la integridad de la información en las estaciones de radio donde trabajé, como XEMS o Grupo Estrella, o mi amado y campeón de campeones PM de El Bravo, se me secaba la mano.
Por eso me gustó acudir a la invitación de Don Pepe, porque el tinto fue de buena conversación y el saludar a muchos amigos como Alejandro Etienne, Alejandra Cárdenas, al coordinador general de comunicación de Tamaulipas, nuestro colega Francisco Cuéllar, a Don Enrique Cárdenas, al Manuel Aguilar, secretario de Comunicación de la UAT, y a nuestro amigo el rector Dámaso Anaya, con quienes nos tomamos muchas fotos del recuerdo. Todo estuvo, como para que El Diario cumpliera años cada tres días.
Mientras tanto, queda para la historia la revisión de lo que sabemos: este oficio, que es profesión y paga impuestos, tiene muchos siglos de existencia, siempre transitando en formas evolucionadas de transmitir información, ideas y conocimientos a otros de manera duradera o efectiva.
Hablemos de los chamanes y líderes tribales, conduciendo a la sociedad para la supervivencia. Qué decir de los pintores rupestres de hace 30 mil años A.C., una manera primitiva de documentar hechos.
Están los escribas de las primeras civilizaciones en Mesopotamia, hacia el 3 mil 100 A.C., y en el Egipto de hace 3 mil A.C., con sus jeroglíficos para registrar información religiosa, histórica y administrativa en papiros y monumentos.
Y de ahí a los poetas y narradores orales (ahora somos comentócratas de café muy efectivos y muchas veces distorsionadores).
Está la tradición griega e hindú, mostrando acontecimientos como La Ilíada y, según leemos en este momento, El Mahabharata en sánscrito.
Están los filósofos de la antigua Grecia, con personalidades como Sócrates, Platón y Aristóteles, verdaderos cronistas de la filosofía que son aún base vigente para el debate y la conducción social.
Cualquiera que vea una serie o película sobre Roma puede detectar la existencia de los heraldos, aquellos mensajeros utilizados por los jefes de Estado para transmitir decretos y noticias a través de vastos territorios.
Están los códices en la mayoría de las culturas y los manuscritos, dejando para la posteridad los conocimientos sobre astronomía, agricultura y religión, mientras que los “ventajosos y sumisos monjes”, siempre al servicio del poder, preservaban textos religiosos y literarios para las élites durante la Edad Media.
De ahí pasamos a la imprenta de tipos móviles inventada por Johannes Gutenberg hacia el año 1440 en Maguncia, Alemania. Todo un pecado para la Iglesia, que durante milenios, en todas sus variantes, ha monopolizado la verdad según sus conveniencias.
Pero bueno, que se repita Don Pepe, y larga vida a El Diario de los bien informados. Y que se rompa el mosaico.
Nostra Política: “Verdad escrita en la mente colectiva, poder eterno.”
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