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Claudia: Tiempo de ajustar el presente…

Jamlet Política

J. Eleazar Ávila Pérez

Claudia: Tiempo de ajustar el presente

Cuando el poder central se entere, aunque sea por error, que somos un país de 32 pequeñas naciones, seguramente les cambiará la idea perversa, de que solamente existe la CDMX, el Distrito Federal y que el DfCtuoso es lo único que importa.

Este territorio, México, que en más de 200 años ha padecido de todo, a todos y que a la vez, ha sobrevivido a tantos personajes perniciosos, donde digan lo que digan, AMLO ha sido uno de sus nefastos líderes.

El país sangra y no se enteran en Polanco, Santa Fe, San Ángel o Palacio Nacional. Paráfrasis: No se asoman siquiera a pensar que Los Ángeles Azules son un gran grupo, de alta calidad, pero uno más, que no son los mejores ni los únicos, que cada sitio tiene a los suyos.

Cuando lo averigüen, la maquinaria nacional funcionará mejor, dejarán que marchemos juntos y ahí sí, alguna vez, quizá seamos “Dinamarca”, por cierto, el chiste más grotesco del sexenio que recién terminó.

Ayer lo decíamos y reitero, ya son muchos sexenios de fraudes presidenciales, y si salvamos a Claudia, es porque no podemos juzgar con siete meses toda una gestión de seis años. Pero de José López Portillo a Andrés Manuel López Obrador, por la incongruencia de sus ofrecimientos con los resultados, por supuesto que Yo No Salvo a Nadie.

No obstante, México avanza con una Claudia que llega como llega, con un lastre que le persigue todos los días, con un esquema comunicacional que le azota todos los días el rostro. Que le exhibe, que le pone en riesgo, pero que, por imitación parroquial, se mantiene para que el de Tabasco no se enoje.

Podríamos ponerle al párrafo anterior signos de admiración o de pregunta, y la respuesta es la misma. ¿Cuál es el sentido de implotar comunicacionalmente? Y les pongo un ejemplo.

Con lo sucedido ayer en la CDMX con los dos funcionarios de la Jefa de Gobierno Clara Brugada, fuimos todos testigos -en línea-, del temor, del pánico, del miedo, del azoro de una jefa de Estado que no queremos que siga siendo la Presidenta con A, sino un Presidente que comande, y no que siga la escena que durante 6 años y meses parece ser un guión de Roberto Gómez Bolaños.

Digo, si el script fuera de Juan García, el matamorense que realizó joyas como El Rey del Barrio, al menos tendríamos un poco de sarcasmo en la tragicomedia nacional.

Pero no y preguntaremos nuevamente, quiénes son los genios que le mueven, estafan y lastiman la investidura presidencial, de la que por segundos no sabemos si estaba o está preparada para el cargo.

Y cuidemos nuestras palabras. Un asunto es que te lleven de la mano, y otra que seas tú quien lleve el fuete en ambas manos. Y eso no te lo enseña ninguna universidad, eso se ejerce, y si ella no se entera que tiene manos y bridón con respaldo, pues cómo.

Pero bueno, ayer se le apareció “el diablo” y ya veremos si comienza a rezar un rosario… porque las mañaneras sencillamente no tienen esa magia. Todo lo contrario, el carisma de AMLO daba para que ese formato le fuera útil, sin embargo, no para alguien que, como siempre hemos apostado, sí fue a la escuela.

Los años de academia de la Presidente de México, tienen que dar el resultado que todos estamos esperando y que se hagan, las siguientes frases, realidad.

Me refiero a lo que decía Josefina Aldecoa, sobre que:
“La escuela es del Estado, la paga el Estado, y eso quiere decir que es de todos: los listos y los tontos, los aplicados y los vagos. Todos tienen derecho a recibir una buena educación”.

Y comunicar es educar, como decía Savater:
“No hay educación si no hay verdad que transmitir, si todo es más o menos verdad, si cada cual tiene su verdad igualmente respetable y no se puede decidir racionalmente entre tanta diversidad”.

O Piaget, quien enunciaba: “La educación, para la mayoría, significa intentar que el niño se parezca al adulto típico de su sociedad. Pero para mí, significa hacer creadores, tienes que hacer inventores, innovadores, y no conformistas”.

Total, qué están esperando en Palacio Nacional, no lo sabemos, pero ciertamente sospecho que el espejo norteamericano de comunicar, es decir, de la Casa Blanca, les haría mucho bien, pero tendrían que empezar por aceptar el error y la herencia.

Nostra Política.- Y de pilón recordemos que “por la ignorancia se desciende a la servidumbre, por la educación se asciende a la libertad”. —Diego Luis Córdoba.

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