No son tiempos de improvisación ni de simulación. El Congreso del Estado Libre y Soberano de Tamaulipas ha entendido el mensaje con claridad: gobernar es servir, y legislar con responsabilidad es gobernar con sentido de justicia.
En la clausura del Segundo Periodo Ordinario de Sesiones del primer año legislativo de la 66 Legislatura, el gobernador Américo Villarreal Anaya subrayó, con voz firme y mirada política, que la coordinación institucional entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo ha dado frutos tangibles, en beneficio directo de las y los tamaulipecos.
El mandatario estatal no se guardó elogios al reconocer el desempeño del Congreso. Pero lo más trascendente fue el énfasis que puso en la relación con el diputado Humberto Prieto Herrera, presidente de la Junta de Gobierno, con quien ha tejido una alianza institucional basada en el respeto, el diálogo republicano y la coincidencia en el rumbo de la transformación.
En este nuevo tiempo político que vive Tamaulipas, las reformas no son ornamento discursivo. Desde la aprobación de minutas enviadas por la presidenta Claudia Sheinbaum, hasta la transformación profunda del Poder Judicial estatal, el Congreso ha probado ser más que una caja de resonancia; ha sido motor de cambio y equilibrio de poder.
La dinámica parlamentaria ha sido robusta: 284 reuniones de comisión, 376 dictámenes, más de 400 asuntos atendidos y una agenda legislativa de fondo, no de forma.
En Tamaulipas, el Congreso ya no legisla en la penumbra ni administra desde la inercia. Lo hace con metodología, transparencia y profesionalismo.
Los Congresos Itinerantes, la creación de la Fiscalía Especializada en Feminicidios, la legislación en protección alimentaria, equidad de género, niñez migrante, el fortalecimiento de la seguridad pública y la construcción del Centro de Justicia para Mujeres en Matamoros no son hechos aislados; son parte de una estrategia que busca que la ley esté al servicio de la gente.
El cierre del periodo legislativo fue más que un protocolo: fue un testimonio vivo de que la democracia sí puede traducirse en resultados cuando hay voluntad política, liderazgo y claridad de objetivos. En esta sincronía, Américo Villarreal y Humberto Prieto marcan una ruta: construir instituciones fuertes, confiables y modernas. Una sinergia que le da estabilidad al Estado y certeza al futuro.
En la intimidad…. En silencio administrativo, pero con eficacia operativa, el Congreso de Tamaulipas obtuvo una de las más importantes distinciones que pueden recibir los entes públicos en el mundo: la certificación ISO 9001:2015.
Este reconocimiento no es gratuito. Significa que el Congreso local ha implementado un sistema de gestión de calidad internacional, que sus procesos están documentados, auditados y son medibles. En otras palabras, que la representación popular en Tamaulipas funciona con la misma lógica con la que lo hacen las instituciones de primer mundo.
La entrega fue realizada por el consultor Ignacio Muñoz Serna al diputado Humberto Prieto, pero es el resultado de un esfuerzo colectivo. La administración legislativa no solo acompaña la transformación nacional, sino que se coloca a la vanguardia de la rendición de cuentas.
Esta certificación llega justo en el Día Internacional del Parlamentarismo, y en el marco de una ceremonia donde los símbolos patrios y la función pública se entrelazaron con solemnidad y responsabilidad.
Se gobierna con las leyes, pero también con el ejemplo. Y en esta ocasión, el Congreso de Tamaulipas cumplió ambos principios.
Por cierto…. Mientras el Congreso avanza hacia estándares internacionales, la Universidad Autónoma de Tamaulipas, bajo el liderazgo del rector Dámaso Anaya Alvarado, sigue posicionándose como epicentro de innovación y transformación educativa en el estado.
La UAT, en conjunto con la Secretaría de Educación, ha convocado al Congreso Estatal de Buenas Prácticas Educativas, que se llevará a cabo los días 26 y 27 de agosto en el Polyforum de Ciudad Victoria. Este evento reunirá a docentes de nivel medio superior y superior para compartir experiencias, propuestas y proyectos que fortalezcan la enseñanza en Tamaulipas.
El objetivo es claro: elevar la calidad educativa desde la práctica cotidiana de las y los maestros. No se trata de discursos huecos, sino de iniciativas reales para transformar las aulas y preparar mejor a las nuevas generaciones.
Las participaciones podrán formar parte de una memoria digital, que no sólo resguarde la experiencia, sino que la proyecte como modelo a seguir. La convocatoria completa, los requisitos y los temas pueden consultarse en la plataforma oficial del congreso: [https://buenaspracticaseducat
Con este tipo de acciones, la UAT reafirma su papel como aliada de las políticas públicas del Gobierno del Estado y como institución que no se conforma con observar el cambio, sino que lo impulsa desde sus propias trincheras.
Tamaulipas se fortalece cuando sus instituciones caminan en sintonía. Congreso, Ejecutivo, Poder Judicial, Fuerzas Armadas y Universidad coinciden hoy en algo que parecía improbable hace años: la transformación, con resultados.
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