Jamlet Política
J. Eleazar Ávila Pérez
Gattas, un alcalde diferente
Eso es lo que de manera sencilla podemos señalar de Lalo Gattas, porque pueden decir sus adversarios, tiene defectos, pero nunca, al final de cada día, se confronta con quien es el Jefe Político de Tamaulipas, el doctor Américo Villarreal.
Cierto, más de un colaborador ha tenido que ser removido porque se tomaron atribuciones que no fueron autorizadas, pero lo que nos parece más curioso es que, a diferencia de otros descarados del norte, Lalo es aliado y no cínico adversario como los miembros del Makiato en Reynosa o el Clan Canturosas de Nuevo Laredo.
Y así, finalmente, creo que eso lo hace un alcalde que no lo puedes nunca poner en la misma canasta de la cuatro veces alcaldesa Maki Ortiz, quien tiene como encargado de despacho a su BB, Carlos Peña.
O lo que pasa en NLD, donde sucede algo similar. La avaricia de Carlos Canturosas tiene ya una abierta campaña para que su hermana Carmen Lilia sea gobernadora, donde igual que ahora, quien mande sea él.
Esa es la verdad política que todos, TODOS en el círculo rojo conocen, por lo que si podemos asomarnos a la capital, ciertamente los datos luego de la criba de funcionarios en la administración de Victoria le han valido que mejore sus relaciones en medios y la sociedad.
Ahora bien, si nos asomamos a los números, el estudio de opinión del mes de febrero de 2025, la encuestadora Demoscopia Digital ubicó a Gattás en la cuarta posición del ranking de mejores alcaldes del Estado con 50.8% de aprobación ciudadana.
Igual, en este marzo que concluye, Mitofsky revela que Gattas tiene una calificación de 49.2% en la encuesta entre habitantes de la capital del Estado.
Y como él siempre ha dicho, a diferencia de los Makitos y los Canturosianos, él, en corto y en narrativa, siempre ha dicho que todo se debe al trabajo de la mano del gobernador Américo Villarreal Anaya en los rubros de rehabilitación de vialidades, infraestructura urbana y eficiencia en la prestación de servicios públicos.
Y les damos los datos: el problema con los alcaldes del norte señalados es que Carlos Canturosas es un hombre muy indiscreto e incluso grosero, como cuando, aún antes de las decisiones internas, juró en la capital que él era el líder político de los diputados federales, lo que terminó como un chiste, pues nadie le toma en serio.
Y si vamos a Reynosa, si tú le preguntas al más modesto de los trabajadores de la administración, ubican a Maki Ortiz como la alcaldesa que es quien manda y comanda.
Y sí, también recordemos que cuando la interna, ella “multipartidista”, tuvo la grosería indisciplinada de demandar al hoy gobernador, cuando fue candidato en la interna, cuando los datos de Morena le daban una clara ventaja en las encuestas que le hicieron candidato, hoy jefe de Tamaulipas.
Ahora bien, en lo que acaba de suceder en Reynosa con las inundaciones, es más que evidente que entregar despensitas no quita la verdad pública de que ellos han sido parte del problema en 9 años y medio, más lo que falta para terminar hasta decir 12 con su hijo Carlos.
(Claro, aquí el raspón para el PAN de Francisco García Cabeza de Vaca, quien no pudo ponerle rienda y que fue rebasado por su real némesis, Maki, y en un segundo plano a los miniopositores del PRI desvanecido, merced a la traición de Pepe Elías, quien entregó la plaza por indicaciones superiores que tuvo como operario estatal al exgobernador Egidio Torre Cantú).
Luego de la anécdota pública, es interesante ver cómo, mientras que se llenan esa parte oscura de lodo para fingir cercanía, de plano el gobernador Américo Villarreal tuvo que llegar al rescate de esta comunidad con recursos de mayor alcalce y agradecimiento.
Y lo hizo al lado de la coordinadora nacional de Protección Civil, Laura Velázquez Alzúa, quienes apoyan a las familias que hayan sido afectadas por este fenómeno y que paulatinamente se restablece la normalidad.
Unidos estado y federación, la Sedena desplegó cientos elementos y vehículos, además de ambulancias y una cocina comunitaria. Todos unidos para salvar a las familias afectadas, más allá de las fotos que hacen los ediles locales que, insisto, en los datos han abandonado el trabajo serio en la mejora de la infraestructura.
Lo pueden comprobar: el último alcalde que hizo un trabajo serio para mejorar la infraestructura de Reynosa fue Everardo Villarreal, quien fue alcalde de 2011 a 2013.
Nostra Política.- “La vanidad y el orgullo son cosas muy diversas, aunque a menudo se tomen como sinónimas ambas palabras. Una persona puede ser orgullosa sin ser vana. El orgullo se refiere más a nuestra opinión sobre nosotros mismos; la vanidad, a lo que los demás hayan de pensar de nosotros”. Jane Austen.
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