Esta columna estará llena de paráfrasis, es decir, no representa necesariamente la verdad y, sin embargo, me insisten: los Senadores de Tamaulipas, Olga Sosa, José Ramón y Maki Ortiz, traen un pleito épico en segundo plano.
Y yo me pregunto: ¿Cuándo la lucha por el poder ha sido distinta, diferente? Díganme ustedes, porque un tema sí es claro: la naturaleza de sus posiciones camarales les da la ficción de certeza, no obstante que sea muy temprano, y no sabemos si es por falta de ideas, o porque sueñan cuánticamente, en que estarán gobernando en el 15 y Juárez de la capital de Tamaulipas en octubre de 2028.
Mientras, una cosa es evidente y confirmable, los eventos que realizan y sus apariciones rumbosas son claras y el registro de los medios así lo refleja. De norte a sur, con “aproximaciones groseramemte indirectas”, con esta tercia que gusta de jugar en la delgada línea roja del irrespeto.
Una cuerda que además floja, en este circo de la política, que no es nuevo, pero en el que la regla modificada y peligrosa ya la expresamos reiteradamente. Claudia Sheinbaum como dirigente moral del Movimiento de Regeneración Nacional le ha ganado espacios a su mentor AMLO al sacar de la ecuación, hasta donde vemos, al señor Andy López Beltrán.
Nada más en este punto, recordemos que hasta antes del “tokiazo”, el retoño se movía por la nación con abierta desfachatez.
Pero ahora en septiembre, no sabemos qué vaya a pasar más adelante, porque el nivel de fatuidad del Jr. Tabasqueño es de espanto, especialmente por el creciente reguero de descaros, dispendios y presuntos delitos, en una colección que son de chile, de dulce y de manteca para las arcas de él y de sus amigos “probables” prestanombres.
A la vez, en el territorio presidencial, más allá de la narrativa que mantiene la doctora para cuidar a su cuadra, en los datos la revisión en materia de seguridad, ya dejó un punto y aparte con su antecesor, porque quizá, y hay que decirlo, no le queda otra en sus relaciones circunstanciales con los Estados Unidos.
El punto es que, si abajo y en los estados los adelantados con permiso o sin él se mueven gritando como si fueran el centro de una piñata infantil, el tiempo nos dirá quién y si hombre, mujer o demonio fue el que mejor realizó esta suerte de caminar entre las llamas y los vidrios que ellos mismos colocan y encienden.
“Como dice el dicho popular de todos los tiempos populares de los populismos”, ellos, los tres senadores de Tamaulipas, no están solos, pero ya ven, luego se piensa que con dos wiskys son invisibles.
Spoiler: Como les dije, todo es paráfrasis.
Mientras tanto en lo que ayer advertimos: hemos dado seguimiento a los informes de los alcaldes, y como anunciamos, no vamos a donde no somos requeridos, y sí a la pregunta que me hacen de Matamoros. No, no fui a la fiesta popular de Beto Granados y tampoco tienen porque invitar a quienes no desean.
Para terminar la avalancha que comenzó legalmente el 3 de septiembre y que concluye el día 13, estaremos mañana en la plaza principal de Altamira con Armando Martínez, quien no ha dudado en afirmar que su administración es ejemplar en el sur y en toda la entidad.
Ahí les compartiré los datos como también el día 12 en la urbe petrolera donde el cambio en Madero es evidente de la mano de su alcalde Erasmo González, quien tendrá su informe en la Unidad Deportiva.
En los dos casos, muchos datos de triunfos locales sin espasmos ni distracciones, puro trabajo, que como siempre les comento, tienen que ir para ver que en estos dos casos específicos la transformación se nota.
Entre la industria, sus playas Miramar, Tesoro y montones de empresas que están anidando en una zona en la que la seguridad se ha consolidado, se nos confirma desde los datos formales del gobierno federal y del doctor Américo Villarreal como gobernador.
La zona sur es ejemplo de seguridad en la entidad, lo que favorece la llegada de inversiones y de un clima que promete mayor turismo y en el mismo sentido desarrollo con claridad para todos.
Nuestra Política: “El gobierno no descansa en la fuerza, el gobierno es la fuerza; descansa en el consentimiento, o en una concepción de la justicia”. Gilbert Keith Chesterton.
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