Gracias a Dios ya se va a terminar el mes de diciembre, del que no puedo decir muchas cosas positivas, solo que la excepción a la regla, existe una fecha privada, pero de todo los demás, no odio el mes, solo que no comparto los planes del Todopoderoso.
Por ello, este día les cuento lo que ya he sostenido, No hay Navidad Sagrada, solo fábulas y parrandas, donde ganan arriba, y pierden los de abajo, presos de la mercadotecnia de un Cristo que no nadió el 25 o de una Virgen que es copy de la Guadalupana Española.
No les ofendo, solo que mis motivos, son privados. Creo en Dios, pero no me agrada la ausencia de Margarito y si bien, sé que le veré nuevamente, por ahora, solamente me queda esperar en paráfrasis a la canción “Despiértenme cuando termine Diciembre”.
Igual aprovecho para mandar un fuerte abrazo y condolencias a mi amigo Alejandro Rábago, a él y a toda su familia por la sensible pérdida de su señor padre Don Pepe Rábago, a quien agradezco a la vida haber sido su amigo.
Y no hay explicación, solamente Blades nos intenta consolar, al decir lo que nunca he Sabido expresar. “¿Y cuándo vuelve el desaparecido? Cada vez que los trae el pensamiento ¿Cómo se le habla al desaparecido? Con la emoción apretando por dentro”.
O bien Jaime Sanbines, quien al hablar de Dios lo hace con tal elegancia y sardonismo que ahí si, no puede ser solanente una frase, por que aquello de de su Me Encanta Dios, donde cada que la leo, guardo silencio y además guardo solencio.
1.- Me encanta Dios. Es un viejo magnífico que no se toma en serio. A él le gusta jugar y juega, y a veces se le pasa la mano y nos rompe una pierna o nos aplasta definitivamente. Pero esto sucede porque es un poco cegatón y bastante torpe con las manos.
2.- Nos ha enviado a algunos tipos excepcionales como Buda, o Cristo, o Mahoma, o mi tía Chofi, para que nos digan que nos portemos bien. Pero esto a él no le preocupa mucho: nos conoce. Sabe que el pez grande se traga al chico, que la lagartija grande se traga a la pequeña, que el hombre se traga al hombre. Y por eso inventó la muerte: para que la vida -no tú ni yo- la vida, sea para siempre.
3.-Ahora los científicos salen con su teoría del Big Bang… Pero ¿qué importa si el universo se expande interminablemente o se contrae? Esto es asunto sólo para agencias de viajes.
4.- A mí me encanta Dios. Ha puesto orden en las galaxias y distribuye bien el tránsito en el camino de las hormigas. Y es tan juguetón y travieso que el otro día descubrí que ha hecho -frente al ataque de los antibióticos- ¡bacterias mutantes!
5.- Viejo sabio o niño explorador, cuando deja de jugar con sus soldaditos de plomo y de carne y hueso, hace campos de flores o pinta el cielo de manera increíble.
6.- Mueve una mano y hace el mar, y mueve la otra y hace el bosque. Y cuando pasa por encima de nosotros, quedan las nubes, pedazos de su aliento.
7.- Dicen que a veces se enfurece y hace terremotos, y manda tormentas, caudales de fuego, vientos desatados, aguas alevosas, castigos y desastres. Pero esto es mentira. Es la tierra que cambia -y se agita y crece- cuando Dios se aleja.
8.- Dios siempre está de buen humor. Por eso es el preferido de mis padres, el escogido de mis hijos, el más cercano de mis hermanos, la mujer más amada, el perrito y la pulga, la piedra más antigua, el pétalo más tierno, el aroma más dulce, la noche insondable, el borboteo de luz, el manantial que soy.
9.- A mí me gusta, a mí me encanta Dios. Que Dios bendiga a Dios.
Epílogo personal, tendré la suerte de reclamar.
Del sexto piso.- Esta vez pido disculpas, pero eso sí, nos vemos por escrito, formalmente el día 2 de enero.
Nuestra Política.- “Vivir no es sólo existir, sino existir y crear, saber gozar y sufrir y no dormir sin soñar. Descansar, es empezar a morir”. Gregorio Marañón.
18 pendientes…
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