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Mónica, tiempo de orden y progreso

Jamlet Política

J. Eleazar Ávila Pérez

Mónica, tiempo de orden y progreso

Es la segunda vez que tengo el privilegio de conversar con la alcaldesa de Tampico, la señora Mónica Villarreal. La primera fue largo, en su comité de campaña, quienes me conocen, saben que no dejé una sola galleta en el plato.

La segunda fue gracias al acceso que amablemente logré y sucedió apenas este viernes, cuando nuevamente regresé a las oficinas de Palacio Municipal y nos colamos a su despacho.

Hablamos, parte, de lo que me reservo profesionalmente, pero lo que sí les puedo comentar es que durante media hora al menos, coincidimos en la grandeza de los municipios del sur de Tamaulipas.

De Altamira con Armando Martínez, de Madero con Erasmo González y de una relación de prodigiosos celos; celos que son externos porque difícilmente encontraremos en Tamaulipas y fuera de la misma, una sociedad con tantas ventajas que se complementan.

E incluso con una sonrisa, en una idea que puse en la mesa, la existencia de celos positivos, que radica en las ventajas comparativas que tienen la Playa Miramar, la Playa de Todos, la portentosa industria de Altamira y su creciente desarrollo, y en el caso del Puerto de Tampico, la oferta cultural, comercial y de gastronomía sin par.

Hablamos de esta Región Estado, con un detalle específico que les permite crecer y ser ejemplo nacional no solamente en el Golfo de México sino en toda la nación.

Academicemos ChatGpt: Sí, puede y debe existir el término celos positivos, si lo entendemos no como una manifestación de control o inseguridad, sino como una señal saludable de cuidado emocional y conciencia del valor de una relación.

Los celos positivos no buscan limitar la libertad del otro, sino recordar el deseo de permanecer significativos el uno para el otro, sin caer en posesiones tóxicas. Es la leve punzada que no castiga, pero sí despierta, que no exige, pero sí avisa que algo nos importa profundamente.

En términos psicológicos, los celos positivos pueden ser un marcador de apego funcional, donde la emoción no se convierte en conducta agresiva o pasivo-agresiva, sino en reflexión.

Este tipo de celos no demanda cambiar al otro, sino mirar hacia adentro: ¿por qué esto me inquieta? ¿Qué puedo hacer yo para seguir siendo digno del amor que valoro? Bajo esta lógica, los celos positivos estimulan el crecimiento personal y fortalecen la comunicación dentro de una relación. Son la antítesis del miedo destructivo: un llamado a cuidar, no a controlar.

Culturalmente, hemos encasillado los celos como patología o pecado, cuando en realidad, bien entendidos, pueden funcionar como termómetro afectivo. Un indicio de que no somos indiferentes, de que el amor no es un estado inerte sino dinámico. Desde esta visión inédita, los celos positivos no
buscan castigar al otro por su libertad, sino recordarnos que amar también es asumir riesgos, y que cuidar con inteligencia es muy distinto a vigilar por desconfianza.

Buscamos textos, porque en la práctica, preguntamos, por qué el destino de muchos es el sur y no el norte para pasarla bien. Ejemplo claro, cuando terminó la administración de Tomás Yarrington el sitio que buscó para estar en calma fue Tampico.

Y es que nos duela o no, es el norte donde la problemática es verdaderamente difícil. Nuevo Laredo, Reynosa, Río Bravo, Valle Hermoso, Matamoros, Miguel Alemán son regiones de migración de todo lo bueno y lamentablemente de mucho de lo malo por la naturaleza de ser frontera.

Lo comentamos en su momento, el informe de marzo de este año fue en Tampico y el próximo se estima podría ser en el norte y en este sentido vamos a ver quién es el municipio que se gana, con seguridad y desarrollo, el prestigio de que el informe del gobernador Américo Villarreal sea en cualquiera de las zonas.

Estaremos cada vez más cerca del alboroto del 2028, que naturalmente comienza mucho antes, y seguro que sin que tenga que ver con señales, las mejores serán las de aquel sitio que tenga paz y desarrollo, sin que esto signifique absolutamente nada, porque el voto y el veto es local pero la asignación será sin dudarlo desde Palacio Nacional.

Así que tranquilos que a la pregunta de cuándo trabajan los del sur en medio de tanta fiesta, literalmente todo el año, simple, ellos nunca paran: trabajo, orden y progreso, como siempre decía el rey de México Porfirio Díaz, vigilante por cierto desde la Plaza de la Libertad.

Bienvenido el Pacto.

Nostra Política.- “Para los que no tenemos religión, nuestro Dios es el trabajo”. Paul Bowles.

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