Tinta Negra |Alfredo Guevara
Nada malo tendría que personal de la Contraloría se diera una vuelta a las oficinas de conciliación y arbitraje, que la Secretaría del Trabajo tiene en el edificio fuego nuevo, es decir, frente al Instituto Tecnológico de Victoria.
En esas oficinas hay cierta molestia e inconformidad por abogados que traen litigios laborales, cuyos laudos les están costando dinero, donde uno de los que se está beneficiando, es un oriundo del municipio de Llera.
De manera anónima, nos han hecho llegar comentarios vía WhatsApp, con los que nos piden hacerlo del conocimiento de esa forma, por aquello de que pudieran ser víctimas de represalias, en la función que realizan, defendiendo el derecho de los trabajadores.
Sin rodeos nos dicen que varias personas imponen sus condiciones para que avancen las resoluciones hasta llegar con el subsecretario de la Secretaría del Trabajo, MARIO MIRELES SALAS, donde finalmente se llega a un arreglo, presuntamente económico.
“Resulta que para que puedas ejecutar un laudo en las juntas locales y especiales, te ponen chingos de obstáculos para que termines con Mario Mireles y llegues a un buen arreglo y desde ahí dan la instrucción a los presidentes de las juntas sobre qué asuntos ejecutar ufffff”, textualmente nos lo hacen llegar.
Y nos agregan al comentario, “Las extorsiones ahí van del 2 hasta el 10 % según el monto del laudo…es mucha lana…con decirte que Mario Mireles hoy es el nuevo rico de Llera y todo un terrateniente…imagínate cuánto recibirá el jefe…uffffff”.
Las cantidades que nos envían de lo que tienen que pagar como “moche” son muy elevadas, lamentablemente de un área, en la que debe imperar el diálogo y la concertación, para una buena conciliación de la empresa y del trabajador, no de los servidores públicos.
Obvio que disponemos de más material para la contraloría del Estado, pero nos lo vamos a reservar, en espera de ver sí se actúa o sí se requiere de una denuncia formal contra los servidores públicos para poder iniciar la investigación.
Por eso decimos que personal de la Contraloría, podría acercarse a las oficinas de conciliación, como parte de su responsabilidad, sin necesidad de que haya una denuncia de por medio y dar una checadita al asunto en cuestión.
Diremos que el espacio está destinado para realizar ese tipo de señalamientos y que sea la instancia que corresponda iniciar una investigación que corrobore o confirme lo que denuncian los litigantes. En fin.