Saludable como necesario, es el análisis que se hace del desempeño que tuvo JORGE ESPINO ASCANIO como titular de la Auditoría Superior del Estado.
Tranquilo debería sentirse, si es que el trabajo que realizó por espacio de casi seis años, siempre fue apegado a derecho y cumpliendo con normas de fiscalización.
Junto a ESPINO ASCANIO se analiza el desempeño de auditores especiales y quienes formaron parte de su equipo de trabajo en ese periodo frente a la ASE.
De paso están revisando lo que comprendió el proceso de entrega – recepción y la verdad, ya encontraron cosas que no corresponden a la realidad.
Para nadie es un secreto que JORGE ESPINO ASCANIO fue impuesto por el ex gobernador FRANCISCO GARCÍA CABEZA DE VACA y se mantuvo en el cargo todo el periodo de seis años y más.
Impuesto porque en su momento se denunció, por los Comisionados del Partido del Trabajo ALEJANDRO CENICEROS MARTÍNEZ y ARCENIO ORTEGA LOZANO que ESPINO no reunía el perfil para ocupar ese puesto, al tener una ingeniería mecánica.
La denuncia no prosperó por el poder que gozaba CABEZA DE VACA como gobernante y el dominio que tenía en todas las instancias y dependencias, incluyendo el Congreso local, la Fiscalía Anticorrupción y la General de Justicia.
Desde luego que siempre ha sido cuestionada la labor que hizo JORGE ESPINO ASCANIO, quien fue por demás receloso de la información que siempre mantuvo su resguardo.
Y aun cuando en más de una ocasión la presidenta de la Junta de Gobierno ÚRSULA PATRICIA SALAZAR y demás legisladores pretendieron darle una especie de “golpe de estado”, no pudieron contra ESPINO.
De hecho, ESPINO ASCANIO alcanzó a terminar el periodo para el que fuera electo, pese a la molestia y el desagrado de los legisladores, sobre todo de Morena, que nunca le pudieron hacer nada.
Es obvio que ahora que terminó su encomienda y hecho entrega de las oficinas e información, se tenga que revisar como lo establece la misma legislación.
Por eso decimos que, SI JORGE ESPINO ASCANIO cree que hizo bien las cosas, hasta debería darse tiempo para caminar por las calles de Ciudad Victoria. Obvio que no lo hará. En fin.