Al Revolucionario Institucional difícilmente lo recuperan, de aquí a la elección local del 2027 y menos con un BRUNO DÍAZ LARA que de la noche a la mañana lo impusieron como presidente del CDE.
Todo mundo coincide que mejor hubiera sido RAMIRO RAMOS SALINAS, quien dirigiera el PRI por segunda ocasión, aunque con un escenario totalmente distinto.
Lo cierto es que RAMIRO, es el único priísta serio, que confía en BRUNO.
Hasta donde sabemos, el impuesto presidente del CDE del PRI es oriundo de Ciudad Mante; en el resto de la entidad no lo conocen.
Desde luego que se trata de un cuadro joven del PRI, del que poco o nada se sabía, hasta que lo eligieron hace como un mes.
De su trabajo no se sabe nada, aunque comentan que anda recorriendo algunos municipios para darse a conocer, a través de diálogos con la escasa militancia del PRI.
Desafortunadamente BRUNO, quiere dar nuevamente a los priístas “atole con el dedo”, al decir que anda haciendo un diagnóstico en el Estado, tras haber recibido el partido, la peor de las votaciones.
¿Diagnóstico? Cómo es posible que a estas alturas no sepa en qué condiciones se encuentra el PRI en Tamaulipas.
El PRI no necesita de nuevos diagnósticos y menos cuando todavía resta mucho tiempo para volver a participar en una nueva elección.
Lo que el partido requiere, es incorporar a los liderazgos, a los cuadros del partido que le saben a la política y lo electoral, para de esa forma rescatar la estructura que se necesita para empezar a trabajar, no pensando en la próxima elección, sino más bien, el recuperar la ideología, los valores y principios del Partido, pero, sobre todo, volver a encabezar las causas sociales.
Mejor identificado está con la gente, el Subsecretario de Bienestar Social SAMUEL BADILLO, quien lejos de caer en la efervescencia navideña, sigue realizando su mejor esfuerzo en territorio.
El servidor público no es empleado de escritorio ni tampoco un técnico en un área de la política social, en la que se requiere ir al encuentro con la gente, sobre todo la más vulnerable. Por ello SAMUEL prefiere andar en territorio, haciendo entrega de los apoyos alimentarios, viendo el rostro de las familias más vulnerables y recogiendo las demandas más sentidas de la población.
Sabe que las carencias son muchas, pero también está consciente de que en la medida en que trabaje de manera interinstitucional, se irán solucionando.
SAMUEL sabe que todo es cuestión de tiempo. En fin.