El incremento a la tarifa de transporte público, no debe sorprender a nadie.
De hecho, se había adelantado que entraría en vigor desde mediados de mes, aunque se aplicó cuatro días después.
Habrá que decir, que antes de ello, el Subsecretario de Transporte ARMANDO NÚÑEZ MONTELONGO envió a personal de la dependencia para realizar una serie de estudios, cuyos resultados permitieron decidir el porcentaje de incremento.
Y es que, si bien los concesionarios llegaron a pedir de dos a cinco pesos, con el resultado de los aforos, se demostró la fuga de dinero que tienen y que oscila de entre 800 a mil pesos al día.
Sea robo o dinero que no les estaba llegando, no es culpa de la autoridad ni de los usuarios de transporte, sino de quienes son los prestadores del servicio.
Afortunadamente, NÚÑEZ MONTELONGO fue titular de esa dependencia y por lo tanto, conoce de gastos de operación y otras prácticas que se cometen en la prestación del servicio, de tal forma que, para el próximo año vienen otras medidas para quienes se dedican a esta actividad.
Diremos que durante varios años no había orden, al grado de que se permitió el uso de unidades, cuyo modelo de los vehículos no correspondía al que establece la ley en el Estado, generando un rezago.
Y es que, lejos de regular el sistema de transporte, a los prestadores del servicio los tuvieron en otros sexenios prácticamente sometidos, sin derecho a solicitar un incremento a las tarifas.
Fueron largos nueve años, en los que, pese a incrementos de precios en gasolina, diésel, gas LP y otros insumos, la tarifa no se movió.
Sin embargo, desde la llegada de NÚÑEZ MONTELONGO a la subsecretaría de Transporte, las cosas empezaron a cambiar.
Entre los cambios, vino un proceso de reestructuración de las rutas, en las que había de todo, es decir, desde una elevada cantidad de unidades en circulación, hasta la pelea por el pasaje.
Y aunque no ha sido fácil, poco a poco se ha metido orden, demostrando que dedicarse a la prestación del servicio es un negocio, al que se le debe prestar atención por parte de concesionarios y permisionarios.
Al recién aprobado aumento a la tarifa, debe empezar a ser mejor administrado, para que de esa forma, poco a poco ingresen unidades de modelo más reciente o bien, mejorar las condiciones de aquellas que todavía pueden andar en circulación.
Con el aumento, no hay pretexto para mejorar la prestación del servicio. En fin. alfregoguevara0@gmail.com

