*La operación dejó tres muertos y aumenta la tensión con el gobierno de Nicolás Maduro.
Estados Unidos confirmó este jueves un tercer ataque militar en aguas del Caribe, dirigido contra una lancha que, según sus reportes de inteligencia, estaba vinculada al narcotráfico procedente de Venezuela. La acción, ordenada por el presidente Donald Trump y ejecutada por el Departamento de Guerra, dejó un saldo de tres personas muertas.
Presidente Donald Trump divulgou há pouco o vídeo de mais um ataque dos EUA a um barco no caribe que estaria transportando drogas pic.twitter.com/EFkTsUy9mV
— Sam Pancher (@SamPancher) September 20, 2025
Escalada en la estrategia antidrogas
El operativo se llevó a cabo en aguas internacionales bajo la supervisión del Comando Sur. De acuerdo con Trump, la embarcación transportaba “narcóticos ilícitos” y estaba ligada a una organización catalogada como terrorista, aunque hasta ahora no se han presentado pruebas públicas.
En Truth Social, el exmandatario difundió un video de 27 segundos donde se observa el impacto de un misil que destruye por completo la lancha.
Este ataque se suma a dos operativos previos: el primero, el 2 de septiembre, dejó 11 muertos, y el segundo, el 15 de septiembre, tres fallecidos. Trump advirtió que continuará con esta estrategia: “Si están transportando drogas que pueden matar a estadounidenses, ¡los cazaremos!”.
Presencia militar y tensiones con Venezuela
La operación forma parte de un despliegue sin precedentes de fuerzas estadounidenses en la región, que incluye el buque de asalto anfibio USS Iwo Jima, destructores como el USS Jason Dunham y el USS Gravely, así como aviones de combate F-35 destacados en Puerto Rico.
Washington responsabiliza al Cártel de los Soles y al Tren de Aragua, con supuesta complicidad del presidente Nicolás Maduro, de operar las rutas del narcotráfico hacia EU. El mandatario venezolano, en contraste, rechaza las acusaciones y sostiene que se trata de un intento de promover un “cambio de régimen”.
Críticas internacionales
Expertos en derecho internacional cuestionan la legalidad de los ataques, ya que la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar solo permite intervenir en buques en aguas internacionales en casos de persecución inmediata o amenaza directa.
La nueva estrategia estadounidense implica un cambio radical en la lucha antidrogas. Antes, las operaciones consistían en interceptar embarcaciones, detener a sus tripulantes y decomisar cargamentos; ahora, el enfoque apunta a una “letalidad máxima”, según el secretario de Guerra, Pete Hegseth.
INFORMACIÓN DE MVS