El papa Francisco, de 88 años, fue ingresado este viernes en el Policlínico Gemelli de Roma debido a una bronquitis que no le da tregua cada invierno. Es la cuarta vez que el pontífice debe ser hospitalizado, lo que ha generado preocupación sobre su estado de salud.
Agenda interrumpida por problemas respiratorios
El Vaticano informó que el papa fue sometido a exámenes médicos y seguirá su tratamiento en el hospital, aunque no detalló cuánto tiempo permanecerá ahí. Esta recaída afecta su agenda, que incluía eventos importantes como la audiencia jubilar del sábado, la misa del domingo y una visita a los estudios de Cinecittà el lunes.
Desde principios de febrero, Francisco venía arrastrando un fuerte resfriado y, aunque mantuvo algunas audiencias en su residencia, el domingo 9 de febrero se le vio visiblemente afectado al presidir la misa en la plaza de San Pedro. Durante la homilía, tuvo que pedir a un colaborador que continuara leyendo en su lugar porque le faltaba el aire.
Un historial de hospitalizaciones
No es la primera vez que el papa enfrenta problemas respiratorios. En marzo de 2023 estuvo tres días internado por una neumonía grave, y en noviembre de ese mismo año canceló su viaje a Dubái por una bronquitis aguda. También tuvo recaídas en diciembre y enero, lo que lo obligó a reducir su actividad pública.
Además de sus problemas pulmonares, el papa ha sido hospitalizado por otras afecciones en el pasado, como una cirugía de colon en 2021 y una operación por una hernia abdominal en 2023. También padece dolor crónico en la rodilla, lo que le obliga a usar bastón o silla de ruedas.
Por ahora, el Vaticano no ha dado más detalles sobre la evolución del pontífice, pero su estado de salud sigue siendo motivo de atención en todo el mundo.