El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, anunció restricciones de visas para funcionarios del Gobierno chino acusados de bloquear el acceso de diplomáticos y turistas estadounidenses al Tíbet. La medida se basa en la Ley de Acceso Recíproco al Tíbet, aprobada en 2018, que exige reciprocidad en los permisos de ingreso a la región.
Rubio criticó que el Partido Comunista de China ha negado por años el acceso de diplomáticos, periodistas y observadores internacionales a la zona, lo que impide también la prestación de servicios consulares a ciudadanos estadounidenses en el Tíbet. “Esta falta de reciprocidad es inaceptable y no se tolerará”, afirmó el funcionario.
En respuesta, el Gobierno chino rechazó la decisión de Washington, calificándola como una “interferencia brutal” en los asuntos internos de China. El portavoz de la Cancillería, Guo Jiakun, aseguró que el Tíbet “está abierto”, pero justificó las restricciones con la necesidad de medidas de gestión y protección debido a las condiciones geográficas y climáticas de la región.
China exigió a Estados Unidos dejar de apoyar fuerzas independentistas tibetanas y advirtió que tomará represalias. “Adoptaremos medidas necesarias para contrarrestar de manera decidida y recíproca las acciones incorrectas de Estados Unidos”, declaró el portavoz.
INFROMACIÓN DE EFE
