Luego de que se diera a conocer que la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), realizó una “infiltración” en el grupo criminal Los Chapitos, la facción controlada por el Cártel de Sinaloa, para conocer el origen de la crisis de salud que vive Estados Unidos por el consumo de fentanilo, el presidente de México calificó el hecho de intromisión abusiva y aseguró que México no estaba informado.
Érika Pani, especialista en la relación México-Esados Unidos, destacó que este caso refleja que la relación es muy complicada que tiene una gran diversidad de aristas que a menudo rebasa a los actores que involucra e intercambios que son parte de la relación.
“Lo que puede desgastar una relación tensa es el hecho de que no se informó y en la colaboración entre agencias está lo formal y lo informal, se me hace dificl aquilatar cual va a ser la consecuencia en la relación binacional. Es un asunto delicado por lo que implica, pero no es algo que no haya sucedido nunca, no es una enorme novedad”, expresó.
La profesora e investigadora del Colegio de México destacó que la crisis del fentanilo provoca escándalo y es un tema en el que Estados Unidos no dejará de presionar.
El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que “protegerá” la información de las Fuerzas Armadas, pues dijo que son”objeto de espionaje” por parte del Pentágono de Estados Unidos.
Ann Milgram, directora de la DEA dijo el 14 de abril que los informantes de la DEA siguieron a miembros de los “Chapitos” hasta China, donde se realizaron transacciones para importar precursores químicos para la fabricación de fentanilo en laboratorios clandestinos que eran custodiados por personas armadas.
Asimismo, informó que la operación duró un año y medio.
Fuente El Economista