José Gregorio Aguilar / TN
El río San Marcos, un ícono natural de la capital tamaulipeca, enfrenta un desafío ambiental derivado de diversas descargas urbanas, sin embargo, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y otras instancias ambientales han puesto en marcha esfuerzos coordinados para sanearlo y devolverlo a la comunidad.
El director general del Organismo de Cuenca Golfo Norte de Conagua, Jaime Gudiño Zárate, afirmó que si bien la contaminación en el río San Marcos no es extrema, sí es una realidad derivada de su convivencia con el sector urbano. “En todos lados desafortunadamente hay descargas, pero estamos trabajando en ello. La idea es que haya cero descargas”, subrayó.
Las autoridades han identificado entre seis y siete puntos de descarga, principalmente pozos de visita deteriorados y descargas domiciliarias, las cuales ya han sido canceladas mediante los procedimientos administrativos correspondientes. Asimismo, en colaboración con la Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Comapa), se trabaja en reparar dos problemas de infraestructura para evitar futuras descargas al río.
Un río que ha sido víctima del abandono
Por décadas, el río San Marcos ha sido utilizado como un basurero clandestino, donde residuos de todo tipo han terminado en sus aguas sin control. A pesar de su importancia ecológica e histórica, la falta de voluntad y acción por parte de los gobiernos en turno ha permitido que su deterioro avance sin que se generen soluciones de fondo.
Pero actualmente el saneamiento del río San Marcos ha movilizado a diversas instancias ambientales, incluyendo Semarnat, Profepa, Conafor y Conagua, en un esfuerzo conjunto con la sociedad civil. “Estamos perfectamente coordinados”, señaló Gudiño Zárate, quien destacó que este compromiso se ha reforzado en el marco del Día Mundial del Agua y el Día Mundial del Medio Ambiente, con jornadas de limpieza y saneamiento.
Estas actividades no son acciones aisladas, sino parte de un esfuerzo continuo para lograr que el río San Marcos sea un espacio limpio y activo, donde la comunidad pueda apropiarse del entorno en beneficio de todos. “Queremos que el río esté completamente saneado y que se convierta en un sitio de convivencia para la sociedad”, concluyó el funcionario.