Erik Huerta/TN
Altamira, Tamaulipas.- Tras el despido y nulo cumplimiento a las disposiciones por la desincorporación de la empresa Hules Mexicanos del Estado, a lo largo de más de 3 décadas, 4 ex trabajadores se han suicidado ante la situación caótica que vivían.
En una nueva manifestación que incluyó el cierre parcial del carril de sur a norte de la Avenida de la Industria, ex trabajadores de Hules Mexicanos señalaron que siguen en la misma postura en la que no cederán ni por un momento que la empresa les cumpla con el 2.5 por ciento de las participaciones accionarias que les otorgó el Gobierno de México cuando vendieron la empresa a capitales privados.
En 1988 la empresa Hules Mexicanos fue vendida por el Gobierno de Miguel de la Madrid en 41 millones de dólares a particulares.
Victor Jiménez Galindo, uno de los que encabezaba la manifestación frente a la empresa dijeron que seguirán con las movilizaciones mes tras mes, hasta que se cumpla con el decreto presidencial número 344 en el que se instruye que al venderse la empresa paraestatal, los extrabajadores serían accionistas del 2.5 por ciento de capital de la empresa, hoy denominada Cabot.
Pese a que han pasado más de 3 décadas y media, esta lucha que tienen los ex trabajadores -alrededor de 500- no aplica la prescripción, dado a que el Juez de Décimo Quinto Tribunal Colegiado desechó esa posibilidad dándole la razón a los ex trabajadores.
Señala que el Sindicato Petroquímico siempre ha actuado en contubernio con la empresa, dejándolos a ellos de lado y sin garantías que les favorezcan con las acciones que les corresponden.
Menciona Jiménez Galindo, que a través de los años, la empresa ha cambiado de dueños y de nombre en varias ocasiones, sin embargo, eso no los exime de la responsabilidad que se contrajo de inicio con los trabajadores que fueron despedidos tras la privatización.
“Un nuevo patrón se convierte en un patron sucesor o sustituto. Entonces, ese nuevo dueño compra derechos, pero también obligaciones”.
Menciona que en los 37 años que han tenido de lucha para que se les cumpla con lo establecido por decreto presidencial, la empresa nunca ha tenido un acercamiento con ellos, “siempre han estado en una relación perversa”.
Para los ex trabajadores, dijo, ha sido una lucha muy desgastante, el grado de que ya muchos de los trabajadores han muerto e incluso 4 se han quitado la vida por no tener recursos para seguir manteniendo a sus familias.
“Hay compañeros que ya no pudieron pagar sus casas de Infonavit y se las quitaron. Otros se divorciaron, y otros, tal fue la desesperación que se suicidaron, eso fue el costo de no sólo un despido injustificado, sino el asalto en despoblado de un paquete accionario de los extrabajadores”, expuso.
“Hemos vivido de lo que caiga. Después del despido, a muchos nos cambió la vida para mal. Hemos vivido de lo que caiga. No fue lo mismo… He sabido que 3 ó 4 se han quitado la vida”.
NADIE LES HACE CASO
Refirió que se han tocado todas las puertas habidas y por haber en los tres niveles de gobierno, el Poder Judicial, el Poder Legislativo y no se ha logrado destrabar.
Incluso, hace un par de años los hoy manifestantes sostuvieron un breve encuentro con el ex presidente Andrés López Obrador, quien instruyó a la Secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, hoy Secretaria de Gobernación, a que diera una solución a este conflicto, “pero no pasó nada. La instrucción la dió López Obrador y no supimos nada. A ver si ahora que es Secretaria de Gobernación nos ayuda”.
Recientemente, buscaron el apoyo del Congreso Estatal, así como de Senadores y Diputados Federales para que vean que tienen la razón y los apoyen a destrabar este conflicto, “queremos soluciones, una mesa de diálogo, no somos agitadores, somos trabajadores y buscamos lo que es justo”, concluyó.