Fabián Meléndez / TodoNoticias
Ciudad Victoria, Tamaulipas
Eran 15 los autobuses que este pasado viernes fueron detenidos por el Instituto Nacional de Migración y Guardia Nacional, en ellos viajaban familias enteras provenientes de Haiti, con el único sueño de buscar un futuro mejor, uno que en su país ven imposible,
Poco más de 400 migrantes fueron los que autoridades de migración detuvieron su viaje, pero entre ellos viajaban de la mano de sus padres, en brazos, en incluso aun en el vientre de su madres, menores que no sabían lo que ocurría.
El grupo de migrantes quedó de repente varado, sin instrucciones de las autoridades ni apoyo, decidieron continuar su camino, a pie hasta el municipio de San Fernando.
San Fernando, Tamaulipas, un lugar con un pasado trágico en cuanto al tema migratorio, donde el crimen organizado ha dejado huella, era el municipios que en esta ocasión los recibió de una manera diferente.
Sus habitantes no pudieron ser insensibles al paso de los haitianos y rápidamente se organizaron para brindarles desde ropa, comida, agua cobijas, atenciones médicas, carriolas y hasta un techo donde pudieran pasar la noche.
“Es que hay muchos niños no queremos que sufran”
“Ellos necesitan que los apoyemos porque no llevan nada y vienen de muy lejos con sus hijos cargados” eran las voces de apoyo que se escucharon.
El auditorio municipal Manuel Cavazos Lerma de San Fernando, fue el lugar donde los migrantes pasaron la noche del viernes y ese mismo lugar era donde los pequeños en su inocencia tomaban el espacio como si fuera el patio de su casa, los juguetes donados fueron sus compañeros de juego, mientras que otros aprovecharon el momento para dormir debido al cansancio de tantos días de caminar bajo las fuertes temperaturas.
Desde asociaciones religiosas hasta civiles llevaban comida para que tomaran fuerzas para continuar su camino.
Las donaciones más preciadas, fueron las carriolas, aquellas que sirvieron para aminorar la carga en el camino de los padres, pero los muchos kilómetros en el viaje pronto las volvieron inservibles y nuevamente los papás volvían a echarse a los hombros a sus hijos, pero nunca se detuvieron.
Los migrantes siguen su camino por Tamaulipas, su objetivo es llegar a la franja fronteriza hacia Ciudad Acuña, Coahuila donde en estos momentos se encuentra un grupo de poco más de 12 mil haitianos que esperan les den asilo político en Estados Unidos, ellos esperan ser de los afortunados que lo logren.
Pero al menos esta vez, este grupo migrante tendrá otro recuerdo de San Fernando, no el estigma de un lugar peligroso para los extranjeros, sino uno donde se les ayudo de corazón.