José Gregorio Aguilar/ TN
Ciudad Victoria, Tamaulipas.- En pleno siglo XXI, las juventudes mexicanas enfrentan un futuro limitado por la desigualdad estructural. Así lo revela el más reciente informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD): el Índice de Desarrollo Humano (IDH) para jóvenes de 12 a 29 años es de apenas 0.71, muy por debajo del promedio nacional de 0.78.
“Los jóvenes tienen menos oportunidades que el resto de la población. Es una brecha generacional clara”, afirmó Daniela Vallarino, analista de gestión del PNUD en México, durante su visita a esta capital para capacitar a legisladores en torno a la Agenda 2030.
El reporte evalúa el acceso a educación, salud e ingresos entre las juventudes, e identifica profundas disparidades regionales: en Chiapas, el IDH juvenil cae hasta 0.61, el más bajo del país, mientras que en estados del norte como Nuevo León se alcanzan niveles más altos.
A esto se suma una dura estadística: un joven de 29 años en Chiapas puede esperar vivir solo 46 años más, mientras que uno en Nuevo León aspira a 50 años adicionales. Cuatro años de diferencia que hablan de acceso desigual a salud, alimentación, infraestructura y oportunidades de vida digna.
Si bien las juventudes cuentan con ventajas como mayor escolaridad o esperanza de vida inicial respecto a generaciones mayores, el informe advierte que su desarrollo integral está lejos de ser equitativo.
“Con este enfoque territorial y generacional, buscamos visibilizar las distintas realidades del país. No todos los jóvenes parten del mismo punto de salida, y eso condiciona profundamente su futuro”, concluyó Vallarino.