Héctor González Antonio/TodoNoticias
Ciudad Victoria, Tamaulipas.- Dentro de los avances en las investigaciones de la Procuraduría General de Justicia de Tamaulipas (PGJE) sobre la fuga de 29 internos y la riña entre ellos, suscitada en pasados diías, que dejó un saldo de tres muerto y un cuarto herido, resultó que uno de los reportados fallecidos, no lo está; ni siquiera había participado de los hechos.
Una fuente fidedigna de la institución dio a conocer que como resultado de las indagatorias que permanecen abiertas, luego de la evasión de reclusos y los posteriores días, detectaron errores de procedimiento administrativo por lo cual se hará el deslinde de responsabilidades respectivo.
Incluso se comprometieron a dar mayor información más adelante, y es que en un medio electrónico de esta capital se reveló, que los padres del interno Erik Ramírez Soto, presuntamente asesinado durante la confrontación entre reos, no falleció, si no que durante la trifulca fue transferido a un módulo diferente al que ocupaba.
Fueron los padres de esa persona, quienes se dieron cuenta el pasado sábado, al acudir a las instalaciones del Servicio Médico Forense de esta capital a tratar de identificar el cuerpo de su hijo, luego que la Vocería de Seguridad Tamaulipas confirmara que él junto con, Marco Antonio Márquez Urieta, y Edén Martínez Castro, habrían perdido la vida.
De acuerdo a lo publicado por el medio informativo, al llegar a la morgue, los familiares de Ramírez Soto, acompañados del abogado que llevaba el caso penal, vieron un cuerpo cubierto por la sábana característica y que tenía la ficha de identificación correspondiente, sin embargo al levantar la tela que lo cubría se percataron que no correspondía a su familiar.
Los mismos pasos siguieron con los dos cuerpos restantes de los muertos en la riña de internos y resultó que ninguno de ellos, era su hijo.
Los datos generales de los familiares así como del abogado fue reservado solo se sabe que pertenece al Despacho “Ávila y Asociados”, quien en esos momentos del reconocimiento del cuerpo recibió una llamada y resultó que era el propio Erik, su cliente.
Ramírez Soto, originario del vecino Estado de Veracruz en diciembre próximo cumplirá una sentencia de cuatro años y seis meses de prisión por el delito de posesión de armas de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas.
Actualmente, según lo informado se encuentra amparado para evitar ser trasladado a otra penitenciaria. En tanto que las autoridades investigadoras han confirmado que darán a conocer más adelante que es lo que ha sucedido.