Erik Huerta / TN
Madero, Tamaulipas.- Lo que debía ser una consulta médica de rutina se convirtió en una experiencia angustiante para Graciela Andrade, de 67 años, quien permanece internada desde el 23 de octubre en el área de hospitalización del cuarto piso del Hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social en Ciudad Madero, sin que hasta ahora se le hayan practicado estudios clave para determinar su padecimiento.
Según relataron sus familiares, la paciente acudió a su cita mensual, pero ese mismo día fue ingresada al área de urgencias, donde permaneció durante una semana.
Posteriormente fue trasladada al cuarto piso, una sección enfocada en atención materno-infantil y ginecológica, lo que consideran incongruente con el cuadro clínico de Andrade, quien no presenta afecciones relacionadas con esa especialidad.
A pesar de que los médicos indicaron la necesidad de realizarle una biopsia y una endoscopía con carácter urgente, los estudios no se han llevado a cabo dentro del hospital.
Ante la falta de respuesta, la familia se vio obligada a cubrirlos por su cuenta en una clínica privada. Incluso señalaron que debieron insistir repetidamente para obtener la autorización del IMSS y poder trasladar a la paciente para efectuarlos.
Además, denunciaron un ambiente hostil por parte del personal de vigilancia, que -afirman- aplica revisiones excesivas a quienes visitan el cuarto piso e incluso prohibe el ingreso con teléfonos celulares, una medida que aseguran no se aplica ni en el área de urgencias.
La situación empeoró el pasado sábado 15 de noviembre, cuando un mapache ingresó al cuarto piso y, según la versión de los allegados, cayó sobre una enfermera antes de recorrer parte de la habitación donde se encontraba la paciente.
El incidente habría sido fotografiado por personal del propio hospital, pues a los familiares se les impide entrar con dispositivos móviles.
Los denunciantes agradecieron de manera anónima a quienes hicieron llegar las imágenes, pero subrayaron que la presencia de fauna silvestre dentro del hospital revela fallas graves en las condiciones de higiene, mantenimiento y seguridad.
La familia de Graciela exige a las autoridades de salud intervenir de manera urgente, agilizar los estudios pendientes y garantizar un entorno digno y seguro para los pacientes, luego de más de tres semanas de presuntas irregularidades, retrasos y posibles actos de negligencia médica.
