Erik Huerta/TN
Altamira, Tamaulipas.- En un alto riesgo de afectación a la salud y pérdida de vidas humanas se encuentran habitantes de la zona centro de Altamira, incluso de zonas circunvecinas por la operación del patio de maniobras de la empresa Ferromex, justo en el corazón de la ciudad.
César Gallegos Domingo, habitantes de la calle Real de la zona centro, denunció nuevamente que los vecinos están aún temerosos tras no recibir respuesta de las autoridades, pues piden a la Profepa, SEMARNAT y los tres niveles de gobierno que los apoyen, ya que se ocurrir algún descarrilamiento de furgones podría ocasionar una catástrofe química, tal y como ha ocurrido en otros estados, incluso en los Estados Unidos, caso más reciente en East Palestine, Ohio (febrero del 2023).
Temen que en Altamira no sea la excepción, pues aparte de que las vías férreas están en pésimo estado, el patio de maniobras en ese sitio es inadecuado y altamente peligroso para la salud pública.
Y es que en esa zona, ubicada en Avenida Monterrey y calle Real, el tren moviliza y reacomoda los furgones, en ocasiones cargados con químicos altamente tóxicos, tales como ácido clorhídrico, cloro en alta concentración, azufre, entre otros no menos peligrosos.
Relató, que hace poco menos de 2 años, en el área de maniobras, sucedió un descarrilamiento de 3 vagones debido al mal estado de la vía férrea, pero por fortuna los contenedores se encontraban vacíos.
Mencionó Gallegos Domingo que “Dios quiera no se vuelva a repetir. Estamos conscientes de que puede suceder con vagones llenos de químicos tóxicos. Esto llegaría a grandes consecuencias, desaparecería Altamira y llegaría hasta Tampico los efectos”.
“Por ejemplo, el ácido clorhídrico y el cloro industrial es muy diferente al que usan las amas de casa. Es un químico concentrado el industrial, al cien por ciento y seguramente, mucho más dañino”.
Recordó que en allá por los años 70s vecinos de lo que fue el Ejido Miramar se vieron afectados por una fuga de cloro de lo que fue la empresa industrial Dupont.
En esa ocasión, señala, niños de la escuela Despertar del Campesino se vieron intoxicados por la emanación del gas de cloro, al grado que tuvieron que ser hospitalizados de urgencia.
La cantidad que se derramó en esa ocasión, no es nada comparada con la capacidad de un furgón, “no se compara. Para qué estamos esperando que suceda una desgracia”.
Mencionó que Altamira tiene un espacio territorial muy amplio por donde pasan las vías del tren, por lo que fácilmente podrían reubicar sus patios de maniobras.
Dijo que esta lucha ya tiene varias décadas, sin embargo al paso de los años, no se ha conseguido nada al respecto.
“Ojalá y actúen, porque los que vivimos aquí, estamos en peligro. Yo tengo familia, hijos, nietos, y no quiero que nos vaya a pasar algo… Bueno estoy hablando en lo personal, pero los vecinos estamos en la misma situación”.