CIUDAD DE MÉXICO.- Ernesto discutía en la calle con su esposa, pero su enojo llegó a tal grado que decidió ponerle fin al darle un disparo en el abdomen, provocando su muerte. A 11 años de permanecer en prisión, las autoridades penales de Coahuila le concedieron la libertad.
El delito por el que se le procesó fue uxoricidio (homicidio del conyugue).
Aunque su condena original era de 29 años de reclusión en el penal de Saltillo, su defensa logró acreditar que tuvo un buen comportamiento.
Según publica El Zócalo, Ernesto, podrá pasar su primera celebración de navidad fuera de prisión este mismo año, sin embargo, tendrá que cumplir con una serie de condicionantes.
EL DÍA QUE DISPARÓ
Tras detonar el arma contra su esposa, en medio de un lapso de confusión y desesperación, Ernesto decidió dispararse para acabar con su vida.
Ambos quedaron tirados en la acera donde esperaban la llegada del autobús en la ciudad de Saltillo.
Los servicios de emergencias se trasladaron hasta el lugar, pero al único que lograron salvarle la vida fue a él.
Tras mejorar su condición de salud, el hombre fue entregado ante las autoridades penales para que respondiera por el delito de uxoricidio calificado, recibiendo una sentencia de 29 años.